La mayoría de los daños que ocasiona la fauna silvestre en el parque nacional de los Picos de Europa se registra en Asturias: de los 87.906 euros que el espacio protegido pagó el año pasado a los propietarios afectados, 71.870 correspondieron al Principado, lo que supone más del 80 por ciento del total.
Según los datos que manejan los responsables del parque, el espacio protegido sumó el año pasado 230 bajas por ataques de animales silvestres (fundamentalmente el lobo), son 34 más que el año anterior. Si se traducen esas bajas a unidades de ganado menor (ugm) se obtiene la cifra más alta en los últimos. La causa es doble: se incrementa el número de animales muertos por fauna silvestre dentro del rango de ganado menor (reciella), pero disminuye el número de cabezas de ganado mayor (bovino y equino) muertas por fauna silvestre, que pasa de 65 cabezas en 2015 a 61 el año pasado.
Durante el año pasado se tramitaron en el parque nacional 184 expedientes por daños de la fauna silvestre, de los cuales 137 correspondieron a ataques del lobo, 38 a acciones del jabalí, uno a un buitre, otra a un cuervo y las siete restantes a especies indeterminadas. Los ataques del lobo obligaron a pagar a los afectados 61.059,79 euros, mientras que los daños del jabalí implicaron pagos por valor de 18.263,52 euros. El único ataque de un buitre que concluyó con pago de daños ascendió a 313,15 euros, mientras que el del cuervo fue de 95,20 euros. Los siete daños provocados por especies indeterminadas implicaron pagos por valor de 8.175,09 euros. Por comunidades autónomas fueron 135 los expedientes resueltos en Asturias, 43 en Cantabria y los 6 restantes en León. En la relación de expedientes por municipio es Cangas de Onís la que encabeza el ranking, con 48 resueltos el año pasado. Detrás se sitúan Cabrales (36 expedientes), Amieva y Camaleño (29, cada uno), Cillorigo de Liébana (14), Onís (12), Peñamellera Alta (9), Posada de Valdeón (6) y Peñamellera Baja (1). En otros dos municipios, Oseja de Sajambre y Tresviso no se abrieron expedientes por daños de fauna el año pasado.
Los daños del lobo fueron especialmente elevados el año pasado en Cangas de Onís, donde se registraron 38 expedientes por la baja de 44 animales, lo que obligó al pago de 21.697,85 euros. No obstante, en Cabrales hubo aún más animales afectados, 62, aunque tanto el número de expedientes (29) como la suma de los pagos realizados (7.966,11 euros) fue sensiblemente menor. Ello porque en el territorio cangués resultaron afectados más cabezas de ganado mayor, mientras que en Cabrales los ataques afectaron fundamentalmente a ganado ovino y caprino.
Los ganaderos de Amieva cobraron el año pasado 11.489,74 euros por daños del lobo, al resultar muertos por los ataques 16 animales. Los propietarios de Onís percibieron en total 8.057,94 euros por las 13 bajas registradas y los de Peñamellera Alta ingresaron 1.871,76 euros por la muerte de 18 reses. En Peñamellera Baja no se registró la muerte de ningún animal por ataque del lobo en 2016.
En cuanto a los daños provocados por el jabalí, los afectados asturianos recibieron el año pasado 15.234,84 euros tras la resolución de 26 expedientes. Los propietarios de Cantabria recibieron casi 2.000 euros y los de León poco más de 1.000 por ese mismo concepto el año pasado.
En lo que va de este año, aunque la mayor parte del ganado ha bajado a los valles, la bondad del tiempo ha permitido que algunos ganaderos dejaran parte de su ganado en el monte, según los responsables del parque. En este tiempo las acciones del lobo se han circunscrito al ganado menor. El mayor ataque se registró el 28 de febrero, cuando murieron cuatro ovejas y dos más desaparecieron en Camaleño.
