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Los llaniscos reniegan del turismo masivo y abogan por conservar el paisaje tradicional

El informe de participación ciudadana para el futuro plan urbanístico revela que los vecinos piden concentrar los crecimientos en zonas ya degradadas

Los llaniscos reniegan del turismo masivo y abogan por conservar el paisaje tradicional

Los llaniscos reniegan de la construcción masiva de segundas residencias, de la construcción de edificios en altura en los pueblos y de la especulación urbanística. Por contra, abogan por la conservación del paisaje tradicional, por el respeto a la tipología propia de la zona, por un modelo de desarrollo turístico basado en los negocios familiares de alojamiento, por la rehabilitación de los edificios ya existentes y por concentrar "los crecimientos necesarios" en zonas que hayan visto reducido su interés paisajístico, como determinadas áreas de la capital del concejo, Posada o Barru. Son algunas de las conclusiones de un amplio trabajo al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, elaborado por la empresa Zuloark, contratada por el Ayuntamiento de Llanes para propiciar la participación ciudadana en el proceso de elaboración del futuro plan general de ordenación.

Tras realizar decenas de entrevistas y mantener encuentros con vecinos por todo el concejo, Zuloark ha elaborado el denominado "Estudio y estrategia de paisaje para la definición del modelo territorial del concejo de Llanes", así como varios informes complementarios. Entre las conclusiones destaca el giro radical que los llaniscos demandan en materia de urbanismo para el concejo, pasando del basado en la construcción masiva de segundas residencias, bloques de edificios y urbanizaciones aplicado hasta ahora, a otro en el que el crecimiento urbanístico se integre en el paisaje y respete tanto el medio rural como el litoral costero.

La mayor parte de los encuestados reclaman medidas como "el abandono del modelo constructivo basado en la segunda residencia", los edificios en altura y las urbanizaciones, favoreciendo "la rehabilitación y la edificación integrada en el paisaje" y "sacrificando en todo caso áreas más degradadas para desarrollos más intensivos", como la existente entre el cementerio de Camplengu y la circunvalación de Llanes, o las localidades de Posada o Barru.

En general, los encuestados abogan por un "desarrollo urbano controlado y sostenible" y por "mantener el carácter del paisaje tradicional", al considerar que estas son algunas de las "claves" más importantes para asegurar, a largo plazo, el desarrollo endógeno del concejo.

Los principales problemas actuales de Llanes que señalan los consultados se relacionan directamente con la política urbanística aplicada en los últimos decenios: "un desarrollo urbano excesivo, las tipologías edificatorias inapropiadas para la escala de los núcleos rurales y la falta de criterios formales y estéticos". También señalan el impacto de las infraestructuras, sobremanera la de la autovía del Cantábrico. Otro tema repetido es el de la masificación estival y los problemas que el exceso de tráfico provoca. La mayoría se refiere especialmente a los aparcamientos en las playas y los pequeños núcleos rurales.

Los entrevistados coinciden en señalar los contrastes entre mar y montaña como lo más característico y definitorio del paisaje llanisco, aludiendo igualmente a la combinación armónica entre las localidades costeras, la tradición y el paisaje de prados, sebes, pastizales y brañas, herencia del pasado ganadero. Destacan la "integridad, carácter y buen estado de conservación, en general, del paisaje llanisco". Y mencionan la senda costera como vehículo de acceso a la costa y a las rasas, repitiéndose nombres como Torimbia, San Martín o los bufones. Los paisajes del interior -valle o montaña- aparecen citados en un segundo orden de importancia, destacando la Llosa de Viango, el valle de El Mazucu y Caldueñu y la zona interior de la sierra de la Borbolla y el Valle Oscuru.

Los encuestados manifiestan su temor a que la evolución del paisaje sea negativa, tanto en el medio rural y de montaña, como en los núcleos urbanos próximos a la línea de costa. En todo caso, algunos encuestados opinan que se está todavía "a tiempo de revertir este proceso".

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