Jorge Gallastegui (Oviedo, 1968) es profesor titular de la facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, en la que también pertenece al grupo de Geofísica. Ha colaborado en la exposición "Cuando la Tierra tiembla: volcanes y terremotos", que puede verse en el Museo del Jurásico (Muja) hasta el 31 de agosto. La muestra fue creada en Murcia a raíz del terremoto que sacudió Lorca y el equipo de Gallastegui la ha completado con información regional.
- Hablando de terremotos, ¿pisan los asturianos sobre seguro?
-Asturias es muy poco activa desde el punto de vista sísmico, se considera una región no activa. Si bien es cierto que hay evidencias de terremotos a lo largo de la historia. Desde 1370 hay diferentes escritos que hablan de temblores en Asturias de más o menos intensidad y el mayor desde que se han podido medir desde los años cuarenta es el que se registró en Teverga en 1950, de magnitud 4,6.
- ¿Qué sucede ahora?
-Del año 2000 para aquí han puesto una estación en Arriondas y ahora se registran bastantes terremotos, pero de magnitudes de uno o uno y poco. Al haber aparatos más cerca ha aumentado la capacidad de detección, pero son movimientos que registran los sismómetros, la población no llega a percibirlos. Sí que hay un incremento de terremotos hacia el Occidente, pues en la zona de Lugo (Galicia) hay un foco sísmico un poco más importante.
- ¿Son improbables, entonces, desastres como los que se vieron en Murcia o Italia en los últimos años?
- Si ha habido uno de magnitud 4,5 siempre es posible que se pueda repetir hasta de esa magnitud. Pero no provocaría grandes daños, no sería destructivo. No cabe esperar grandes terremotos en la zona, se trata de actividad residual. Se están liberando esfuerzos residuales, deformaciones en las rocas, pero de poca importancia.
- ¿Llegará el momento en que los terremotos dejen de ser tan destructivos porque se puedan predecir con suficiente antelación?
-En ningún sitio del mundo tienen la capacidad de predecir un terremoto. Sí se sabe dónde están las zonas de mayor peligrosidad. En España por ejemplo están en Andalucía, en la zona de Granada, y Murcia, además de los Pirineos y Lugo, en Galicia. Allí sí pueden prevenir. En España está publicada desde el año 2000 una norma sismorresistente de construcción, que en función de la peligrosidad sísmica dice cómo hay que construir las casas. Pero en el resto de España en principio no hay problema.
- La exposición del Muja también rastrea la presencia de volcanes en la región, ¿dónde estuvieron?
-En Asturias no los hay, pero en las rocas han quedado evidencias de volcanes en el pasado. Hablamos de actividad volcánica en dos etapas diferentes. Una de ellas fue en el Pérmico, hace 250 millones de años, del que hay algunos afloramientos en la zona de Villaviciosa. Y hay otra actividad incluso anterior en el Cámbrico y Ordovícico, hace 450 o 550 millones de años. Ahí por ejemplo hay un afloramiento bastante espectacular en la base de los acantilados del Cabo Peñas.
- ¿Qué ofrece la muestra que se puede ver en Colunga hasta el 31 de agosto?
-La exposición aborda los terremotos y volcanes, la máxima expresión de la dinámica de la Tierra, que está muy bien explicada y además cubre todas las edades. En una mesa, por ejemplo, se recrea un terremoto y los niños pueden ir poniendo piezas.
