Convertir las N-634 en una travesía urbana para integrarla en los pueblos por los que discurre fue una petición que se repitió durante las reuniones que mantuvieron vecinos de San Roque, Vidiago, Puertas y Riegu con responsables de la empresa Zuloark, encargada de propiciar la participación ciudadana en el proceso de elaboración del futuro plan general de ordenación de Llanes y recogida en varios informes a los que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA.
Los vecinos destacaron que la apertura de la autovía del Cantábrico ha causado un impacto brutal en la zona más oriental del concejo de Llanes, entre San Roque y Buelna. La calidad de vida ha mejorado por un lado con la disminución del ruido y el tránsito, pero, por contra, decenas de establecimientos -la mayoría en la zona eran de paso- se han visto muy perjudicados, al quedarse la N-634 prácticamente sin tráfico. Hasta que abrió la autovía, la N-634 registraba un nivel altísimo de circulación y no eran extrañas las retenciones. Con la Transcantábrica, la N-634 se ha quedado vacía.
Uno de los informes de Zuloark detalla esta situación: "desde la inauguración de la autovía del cantábrico A-8 las carreteras nacionales que vertebran el municipio de este a oeste han visto reducido su volumen de tráfico de forma drástica. Esta nueva situación ha provocado significativas mejoras en el día a día de pueblos por donde atraviesan, sin embargo estas infraestructuras de comunicación continúan representando una frontera física muy fuerte, sobre todo para los pueblos que están literalmente seccionados por ellas".
La propuesta vecinal consiste, según Zuloark, en cambiar legalmente la consideración de la N-634, para que pase a ser considerada "travesía de suelo urbano". Así, podría actuarse sobre ella con menos restricciones: "bajar la velocidad de tránsito, inclusión de vías peatonales y ciclables, más pasos de cebra, señalización etcétera". La idea, añade el informe, es acometer "medidas de mejora y adaptaciones que físicamente conviertan lo que ahora representa una cicatriz en el territorio en una infraestructura más amable, que tienda a coser sus márgenes y acorde a la cantidad de uso que actualmente tiene".
Las propuestas vecinales coinciden con las de los "expertos" consultados por Zuloark, que abogaron por recuperar desde el punto de vista paisajístico el tramo de carretera nacional entre San Roque y Buelna, con reducción del ancho de calzada, ajardinamiento, plantación de árboles y construcción de un carril mixto (cicloturista y peatonal), a modo de vía verde. Y todo ello "vinculado a la línea del FEVE (infrautilizada) y al Camino de Santiago del Norte", recoge el informe.
