En muchos pueblos las aguas residuales acaban en los acuíferos sin tratamiento ni control, y la presión turística provocan, sobre todo en verano, problemas de agua potable. Por ello, los llaniscos reclaman estudios sobre los recursos hídricos, para conocer las capacidades, calidad y situación exacta, y que propongan sistemas de protección para acuíferos, manantiales, humedales y ríos.