Algunos vecinos señalaron en las reuniones previas del plan de Llanes que una de las desventajas de vivir en pueblos aislados es la carencia de oferta cultural y de acceso a servicios médicos y eventos sociales y deportivos. Pero el hecho de que haya tantos pueblos en esta situación ofrece "una red de núcleos receptores perfecta para crear un sistema capaz de ofrecer servicios itinerantes rotatorios", que permitirían "cubrir carencias en servicios que normalmente son caros de implementar y mantener en lugares aislados con poca población", según la empresa encargada de la participación ciudadana en este proceso, Zuloark.