Fusionar la tonada y la gaita asturiana con sonidos flamencos del Sur. Ese es el reto del gaitero y cantautor parragués Óscar Fernández González (Collía, 1981), que acaba de llegar de Madrid con la cabeza llena de nuevas ideas y proyectos. En la capital tuvo la oportunidad de acompañar con la gaita al tenor Joaquín Pixán durante la presentación del "Cancionero asturiano para el siglo XXI" en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su actuación -también interpretó "Rosa Nevada" con Elena Miró al violonchelo- suscitó el interés de un productor que le ofreció grabar un disco, un proyecto que podría materializarse tras el verano. "Le enseñé alguna de mis composiciones propias con letra y música y parece que le gustó. Sin perder en ningún momento la asturianía me gustaría dar un toque moderno a la música asturiana", explicó Fernández.
El gaitero de Parres cogió el instrumento animado por su padre Narciso cuando tenía diez años y ya no quiso soltarlo. "Primero empecé a cantar, con ocho años de la mano de Xuacu Amieva en Oviedo porque allí trabajaba mi padre. En el coche, un Seat Trans, siempre sonaba la gaita de Remis Ovalle o las canciones del Manquín de Huexes", asegura. "A los otros niños de mi colegio de San Pedro de los Arcos les parecía rara mi afición pues en aquella época no había tantos jóvenes. Afortunadamente la cosa ha mejorado mucho gracias al impulso y la visibilidad que dieron gaiteros como José Ángel Hevia", apunta. "Además, desde que se consiguió meter la gaita en el conservatorio se ha mejorado mucho la técnica y se constata un auge de gente que quiere aprender a tocar el instrumento", dijo.
Fernández, que en 2013 formó el grupo "Güeyos de la montaña" junto con tres músicos cántabros, cuenta con una dilatada trayectoria profesional en la que destacan hitos como la victoria en el Festival Intercéltico de Lorient (Francia) en 1999. La hazaña hizo que fuera requerido en centros asturianos como el de Buenos Aires. El artista, que sigue formándose en clases de canto con Joaquín Pixán, tuvo además la oportunidad de tocar para los Príncipes de Asturias -hoy Reyes de España- durante la visita que hicieron a Torazu con motivo de su nombramiento como Pueblo Ejemplar.
No fue su único contacto con la realeza: el verano pasado recibió tocó el himno de España durante el funeral de Leandro Alfonso Luis de Borbón, hijo bastardo del rey Alfonso XIII. "Creo que fui el primer gaitero asturiano en actuar en la iglesia de San Jerónimo El Real", cuenta el joven, que también tuvo la oportunidad de interpretar una "rumba con gaita" en el programa "Acorralados" que se grabó en Piloña en 2011.
