El inspector jefe de la Policía Local de Llanes, Miguel Gómez, salió ayer al paso de las protestas de los sindicatos USIPA y SIPLA, que le han acusaron de dejación de funciones debido al supuesto mal estado de los vehículos policiales y, en concreto de sus neumáticos, muy gastados. "Lo que dicen es falso y, en caso de que fuese cierto, yo no soy yo el responsable de los coches, es el subinspector", dijo (el subinspector lleva dos meses de baja médica y renunció hace tiempo a ese cometido). Gómez aseguró que el dibujo de las ruedas del vehículo denunciado por los sindicatos tiene en su parte central más de tres milímetros, "por lo que no se incumple la norma". Añadió que los mismos agentes que se negaron a utilizar el coche el lunes sí lo utilizaron tres días antes y que no tuvo conocimiento del informe en el que exponen las quejas hasta el martes por la mañana y que nadie más expuso más anomalías. "Quien incumple el reglamento es un agente que aparca su coche en la zona reservada a vehículos oficiales", añadió Gómez.
