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"El nuevo coche de la Policía llanisca es una lata de sardinas", critican los sindicatos

USIPA y SIPLA denuncian que se incumplió el pliego de condiciones del "renting" del vehículo policial que se estrenó ayer

Una agente, comprobando el dibujo de las gomas del Citroën Picasso en su parte central ayer. EMILIO G. CEA

El nuevo coche de la Policía Local de Llanes, que comenzó a utilizarse ayer, es "una lata de sardinas", pues su pequeño tamaño implicará problemas, sobre todo a los agentes de mayor envergadura, según denunciaron ayer los sindicatos USIPA y SIPLA. El modelo, Opel Meriva, fue elegido por las características "caprichosas, arbitrarias e injustas" impuestas por el inspector jefe, Miguel Gómez. Los sindicatos, además, denunciaron el incumplimiento del pliego de condiciones técnicas del contrato administrativo por el que se contrató el nuevo vehículo policial mediante "renting", ya que se exigía que el modelo elegido siguiera comercializándose, al menos, durante doce meses desde la fecha de presentación de las ofertas. El modelo elegido dejó de fabricarse en España hace tres días.

Los sindicatos denunciaron la "falta de transparencia" del equipo de gobierno, pues cuando todavía el proceso administrativo se encontraba en trámite, hace unos meses, fue nombrado un asesor a la mesa de contratación que emitió un informe contrario a la adjudicación del vehículo policial por las dimensiones y la configuración de las puertas elegidas por el inspector jefe.

Según este informe y los sindicatos, tanto el tamaño como las puertas traseras "Flexdoors", conocidas coloquialmente como "suicidas" pues su apertura es en sentido opuesto a las delanteras, eran "totalmente inadecuados para el servicio policial". Además, un representante de USIPA informó al presidente de la mesa de contratación de las irregularidad. No se le dio respuesta y el proceso continuó.

Según los sindicatos, fue el jefe del servicio -el inspector jefe- quien decidió, "sin pedir opinión a ningún subordinado"- las características del coche a alquilar. Vistas las longitudes, las puertas "suicidas" y otras indicaciones, el único modelo posible existente en el mercado era el Opel Meriva, indicaron los sindicalistas, que destacaron que el martes la vecina Policía de Ribadesella estrenaba un todo terreno "con unas dimensiones que por lo menos sus ocupantes puedan realizar un servicio cómodo y eficaz. ¿Porqué se nos piden en las pruebas de acceso una estatura mínima y después ciertos jefes nos pretenden meter en latas de sardinas,", se preguntaron USIPA y SIPLA, que echan de menos "una cabeza pensante" en el Ayuntamiento de Llanes a la que "se le ocurra pedir opinión a la gente trabaja en la calle sobre las necesidades tanto de los trabajadores como de los vecinos".

Afearon asimismo al equipo de gobierno que no cuente con los representantes de los trabajadores, que ya plantearon a esta y a anteriores Corporaciones la conveniencia de que los vehículos municipales sean "acordes a las nuevas energías renovables, más eficientes y menos contaminantes".

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