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MOHAMED SAFA | Oftalmólogo y autor de "La revolución árabe", que presentó ayer en Llanes

"Oriente Medio no necesita armas, sino mano solidaria para encarrilar la libertad"

"La revolución árabe fue una entrada al futuro, pero la actualidad es desoladora"

Mohamed Safa, ayer en Llanes. P. M.

Mohamed Safa (Cisjordania, 1961) es oftalmólogo en el Hospital de Cee (A Coruña) y autor de "La revolución árabe", que presentó ayer en la Casa de Cultura de Llanes. Está casado con una asturiana.

- Pasados cuatro años desde los últimos movimientos y con las expectativas que generó la llamada Primavera árabe, ¿qué entiende por revolución árabe?

-Las revoluciones no se juzgan por ser buenas o malas, sino por ser necesarias. Y el mundo árabe vivía una situación que necesitaba un movimiento que obliga al cambio. La sociedad árabe joven nos entusiasmó y nos ha seducido en las plazas centrales reclamando el derrocamiento del gobierno. Los vi como una forma de sacar el ticket de entrada hacia el futuro, pero la situación actual nos produce una desolación. Lo que está pasando no es un resultado de esa revolución, es el resultado de su fracaso, es el éxito de la contrarrevolución.

- ¿Es decepcionante el resultado de las revueltas populares? ¿Esperaba más cambios?

-Está claro que esta revolución no ha conseguido la democracia que pretendía ni parece ser la democracia una de las opciones posibles en el futuro próximo. Esto no se achaca a la propia revolución, sino a factores como el ejército que se ha convertido en el sostén del gobierno y las intervenciones externas, que convirtieron el mundo árabe en la zona donde se produce el 69% de los muertos por combates.

- ¿Cómo ve un palestino lo que está pasando en Siria?

-Siria es un caso sangrante, empezó una revolución pacífica en su primer recorrido, pero la respuesta violenta indujo el factor de armar la revolución que las potencias regionales no estaban ajenas, y aprovecharon la ocasión en este momento, la batalla no es por la democracia, sino sobre la existencia de Siria como estado. Como todas las intervenciones no trajeron ni democracia ni estabilidad, sino estados fallidos. El suelo sirio hoy es escenario de una guerra, es mucho el precio humano que está pagando el pueblo. Mi preocupación no es la distracción de la causa palestina, que es real, sino mi solidaridad en primer lugar es con el pueblo sirio. La causa palestina es más fuerte con países árabes prósperos y democráticos.

- En plena oleada terrorista ¿es más difícil que nunca ser árabe en un país occidental?

-No tengo esta sensación, Europa tiene que mantener esa referencia de ser un lugar de derechos y respeto a la ciudadanía. Por ser árabe no tengo ninguna ventaja frente al terrorismo. El terrorismo lo que más asesina son árabes, más del cincuenta por ciento de los ataques terroristas lo sufren los ciudadanos árabes, que apenas representan el 5 por ciento de la población humana.

- El problema no tiene visos de solución a corto plazo, ¿qué se puede hacer?, ¿más educación, más desarrollo económico?

-La solución es tan fácil como decirte que termine el negocio de las guerras. Hay una caricatura que circula en los medios sociales donde aparece una masa de refugiados del Oriente y por otro lado armas, misiles y aviones desde Occidente. El refugiado acude a un lugar para salvarse de una guerra provocada por los que le cierran las puertas. Oriente Medio no necesita armas, sino mano solidaria y humana para encarrilarlo en el camino de la democracia y libertad.

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