El caballo autóctono asturcón, que el pasado siglo estuvo a punto de extinguirse en Asturias, tiene futuro en Piloña, donde acaban de nacer dos nuevos ejemplares. Los animales, que aún están sin bautizar, son propiedad de la Asociación de Ganaderos del Monte Cayón, que el pasado verano comenzó a ofrecer a los visitantes la experiencia de avistar a los asturcones en semilibertad en sus pastos.
La hembra "Esperanza" fue la primera en parir, el Viernes Santo, y trajo al mundo un potro fuerte y sano. El pasado martes fue el ejemplar "Nieva II" el que, sin ayuda de nadie, alumbró una hembra que ya corre por Cayón como una más de la manada. Los animales, que pesaron más de 25 kilogramos al nacer, se alimentarán de la leche materna durante al menos los próximos dos meses, periodo a partir del cual ganarán autonomía.
Las previsión de los ganaderos es que la familia, de siete miembros, siga aumentando: en un mes está previsto el parto de la asturcona "Secreta". El padre de los nuevos ejemplares, "Sauco", será apartado del grupo para evitar problemas en futuros cruces genéticos, según indicaron los ganaderos de Cayón, que buscan un nuevo macho para el grupo. "Estamos muy contentos con los nacimientos, especialmente con el de 'Esperanza', que fue el primer ejemplar del que nos hicimos cargo cuando la nueva junta se puso al frente. Es todo tan reciente que todavía no pensamos ni el nombre para las criaturas", explicó el ahora vicepresidente de la asociación, Armando Gutiérrez.
Los visitantes que se acerquen hasta Cayón podrán ver cómo la creciente manada de crines marrones desciende de forma impaciente desde el monte hasta un cercado ante el reclamo de sus criadores. La actividad, que será retomada por los ganaderos en próximas fechas, incluye una visita guiada de una hora por las instalaciones y el cerco del Monte Cayón, la explicación de la historia del asturcón, del proyecto de recuperación de la especie, el número de ejemplares censados en Asturias, la diferencia con otras razas de caballos y su día a día (hábitos, alimentación...).
El asturcón es uno de los ponis más antiguos y puros del mundo. El primer testimonio de su existencia está recogido en el año 80 a. de C. y ya entonces se valoraba su velocidad y valor en combate. La raza, muy utilizada en las labores del campo, comenzó a estar en peligro de extinción con el avance de la industrialización. A finales de los años 70 del siglo pasado una veintena de ganaderos fundó la Asociación para la Conservación del Asturcón del Sueve (Acas), con sede en Borines (Piloña), con el fin de rescatar la raza que habita en los parajes de la sierra del Sueve desde tiempos ancestrales.
