En Ponga hace ya tiempo que ya nadie quiere hablar de política en la calle, ni con desconocidos, ni siquiera en los bares en muchos casos. Se ha impuesto la "ley del silencio" tras el conflicto político surgido hace años con la condena del exalcalde Cándido Vega (Foro) a un año y medio de prisión y siete de inhabilitación por un delito contra los recursos naturales, otro de prevaricación y un tercero de desobediencia. Partidarios y detractores de Vega se enzarzaron entonces en una auténtica "guerra", que aún continúa.

Nadie se atreve a dar el nombre, pero algunos vecinos subrayaban ayer que las actuaciones del equipo de gobierno que integran PSOE y PP empiezan a "dar frutos en forma de carreteras transitables y otras infraestructuras, que se están mejorando". Un ganadero de Beleño afín al PP pedía a la concejala y teniente de alcalde María Santos que no se deje influenciar "por las presiones de su partido y defienda los intereses de los ponguetos, como hasta ahora"; esto es, que no pacte una moción de censura con Foro para desbancar a la socialista Marta Alonso. Comparte esta opinión un empresario, que matiza que los pactos de los políticos a nivel regional no deben reproducirse en Ponga, donde "no se puede hacer borrón y cuenta nueva con las tropelías que cometió el anterior equipo de gobierno". Otros lugareños manifestaron su "incomprensión" ante la propuesta de Foro de presentar una moción de censura. "No queremos ser el tablero político en el que los representantes regionales se disputen el poder sin tener en cuenta nuestras necesidades", apuntó una pongueta.