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Ponga niega la existencia de un acuerdo de pastos con Piloña

La Junta de Cazu estudia tomar medidas contra los ganaderos piloñeses que los acusan de ladrones por realizar un prindaje

La Junta Ganadera de Cazu, en Ponga, desmiente la existencia de un acuerdo con el Ayuntamiento de Piloña para que los pastos comunales limítrofes de ambos concejos sean aprovechados de forma conjunta. La aclaración llega después de que la ganadera piloñesa Remedios Rivera, denunciase un prindaje "ilegal" de una yegua y un potro de su propiedad en la primavera de 2016. Según Rivera, el potro habría desaparecido.

El Juzgado de lo contencioso número 4 de Oviedo estimó el recurso de esta vecina de La Vallina contra la resolución de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales que la obligaba a pagar una sanción de 1.001 euros. El apoyo del equipo de gobierno piloñés, que atestiguó que desde hace más de cincuenta años hay un acuerdo con el consistorio pongueto para pastar conjuntamente fue clave en la victoria judicial. Ante estos hechos, la Junta Ganadera de Cazu manifestó ayer su "sorpresa e indignación" y aportó su propia versión: que había unas yeguas y caballos pastando sin control desde hace más de una década en Ponga. "Durante esos diez años criaban y permanecían en nuestros pastos de forma salvaje, todos los meses del año, sin que pudieran estar porque carecían de licencia. Incluso en invierno llegaban a estar en los pueblos de la parroquia", narraron. Los ganaderos de Cazu aseguran que mantuvieron reuniones con los de Piloña "sin que mostraran disposición de solucionar el problema", motivo por el que solicitaron la intervención del Ayuntamiento de Ponga para efectuar el prindaje. "Ese día además de los ganaderos estuvieron veterinarios, guardas, funcionarios y la Alcaldesa de Ponga. El Ayuntamiento de Piloña estaba informado pero no acudió al prindaje", relatan los de Cazu, que tildan la operación de "impecable".

Los ponguetos hicieron hincapié en la existencia de un acta de recepción de los animales firmado por la piloñesa denunciante. "No se robó ningún potro. Si no sabe leer, no entiende lo que lee o no sabe contar no es nuestro problema. Será que mostró para leer el papel el mismo interés que demostró para cuidarlos o conocerlos", apuntan. Los representantes de la Junta de Cazu no descartan tomar medidas legales contra quienes a su juicio los calumnian tildándolos de ladrones. Resaltan que no existe acuerdo alguno con Piloña y que los únicos pastos mancomunados que tienen son los que comparten con el concejo de Amieva. "Estamos hartos de los abusos. De que haya animales en el concejo abandonados y de que se cierre monte en Ponga con la complicidad del Ayuntamiento de Piloña que cede el material, de que se sacrifiquen animales y se dejen los restos de vísceras y patas allí", clamaron. "Estamos hartos de abusos", concluyen en la Junta, cuyos miembros se califican como ganaderos honrados que pelean por sus pastos y por el plan de sus hijos.

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