María Amieva Concha, "Maruja", la más veterana de las vendedoras ambulantes de los mercados semanales de Cangas de Onís y Arriondas, falleció ayer en el hospital del Oriente. Había cumplido 91 años el 16 de enero y aseguraba que acudir al mercado era una de sus mayores ilusiones. "Si me quitan de venir, me quitan la vida", aseguraba a este periódico hace un año y medio. Llevaba más de tres decenios acudiendo a los mercados cangués y parragués, sin más excepción que un mes que estuvo de baja tras operarse la cadera. Esta vecina de Arriondas, muy querida en toda la comarca, cultivaba con esmero una pequeña huerta en Caiñanes, cerca del cementerio parroquial, y de allí obtenía fabes, cebollas, pimientos, cebollinos, arbeyos... Maruja tuvo una línea de pan en Arriondas y sufrió la muerte de uno de sus dos hijos, Juan, con solo 22 años. Su otro hijo, Francisco, fue su gran apoyo desde entonces. El entierro es hoy en Arriondas.