Los aplausos retumbaron ayer en la Vega de Enol cuando la Santina que durante todo el año permanece sumergida en el lago salió a flote con ayuda de los miembros de la Federación de Actividades Subacuáticas del Principado de Asturias (FASPA). Provistos de bombonas de oxígeno, gafas de buceo, aletas y una dosis de fe los buzos Daniel Suárez, Alejandro Alija, Javier Alija, Ernesto García y José Miguel Esteban se sumergieron a unos cuatro metros de profundidad para rescatar la imagen de plomo, de unos 24 kilos de peso.

La tarea se repite cada 8 de septiembre desde hace más de cuatro décadas a iniciativa del fallecido José Luis Gato Balbín aunque gracias al desarrollo de las tecnologías se ha hecho menos ardua en los últimos años. Y es que según explicó ayer el presidente de la FASPA, Daniel Suárez, el colectivo ha diseñado una jaula con dos flotadores que enganchados a una bombona de oxígeno se hinchan de forma simultánea permitiendo un ascenso equilibrado de la Virgen. "El agua estaba buena. Da gusto salir y ver a tantísima gente esperándonos", dijo.

En la orilla a la Santina la esperaban cientos de fieles, entre ellos los nietos de Esteban, Tiago y Marina, de 5 y 8 años de edad. "Es la primera vez que venimos y nos encanta. Practicamos en la bañera porque cuando seamos mayores sacaremos nosotros a la Virgen del Lago", explicaron. Al pie del Enol también estaban, entre otros, Esther Martínez y Vanesa Menéndez, encargadas de dar una capa de pintura a la Virgen antes de que diera comienzo una misa.