Hay un "coche fantasma" que trae de cabeza a los piloñeses y a algunos cabraneses. Y no porque el vehículo tenga alguna apariencia extraña, pues pasaría completamente desapercibido si no fuera que desde hace casi tres meses ha sido visto aparcado en distintos lugares, sin rastro del conductor. Unos tres meses es, precisamente, el tiempo que le ha llevado venir desde Cabranes a Infiesto. Todo un misterio.

Quienes transitan con frecuencia por la carretera que comunica Infiesto con Villaviciosa pasando por Cabranes fueron los primeros en percatarse de que algo extraño ocurría con este utilitario blanco. Siguen sin respuestas. Uno de estos testigos relata que primero se lo encontró aparcado, siempre junto a la carretera y en sentido a Infiesto, a la altura de Viñón, en el concejo de Cabranes. Poco a poco se fue aproximando y se dejó ver en la Casa'l Ríu.

El siguiente estacionamiento que buscó su conductor -que también parece fantasma porque nadie lo ha visto- fue unos metros más allá, en La Llana, para, un tiempo después, llegar hasta La Encrucijada. No se quedó aquí; unas jornadas después recaló en Los Rebollinos, ya en el concejo de Piloña. Siempre al borde de la carretera, mirando hacia Infiesto, como si no quisiera perder la ruta. Posteriormente fue visto en el cruce de Pintueles, justo antes de la marquesina del autobús, hasta que hace más de quince días apareció aparcado a la entrada de Infiesto. Pero éste no ha sido su último destino, pues lleva varias jornadas estacionado, correctamente, junto a la estación del ferrocarril de la capital avellanera.

Dos personas dicen haber visto al conductor, pero ni siquiera coinciden en la descripción física que dan del mismo. El resto de testigos no tiene ni idea de quién conduce el vehículo ni de qué razón le lleva a ir dejándolo estacionado en distintos puntos cercanos, hasta llegar a Infiesto, si es que éste es su útlimo destino, pues tampoco se sabe. Así que los vecinos se plantearon de todo, hasta llegaron a pensar que podía ser un vehículo de la Guardia Civil dotado con una cámara o un radar. Pero nada de eso. Lo pusieron en conocimiento de los agentes y de la Policía Local.

La Guardia Civil averiguó que carece de seguro y no tiene en vigor la ITV. Perteneció a un taxista, pero no contactan con su propietario y tampoco consta como un vehículo robado. Se trata de un Toyota Prius blanco, con matrícula 3857-GYH.