Un nuevo reconocimiento para Jonathan Hevia. El laureado fotógrafo riosellano se alzó con el premio de fotografía "Quijote 2017" en la categoría paisaje, para cerrar un año redondo que él mismo considera "el mejor de su carrera". Y no es para menos. Este galardón se suma a los que ya había conseguido a lo largo del 2017: un "Goya", el título de "Fotógrafo distinguido" otorgado por la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y la Imagen y el reconocimiento como el "Mejor fotógrafo de naturaleza de España". Este último, le hizo especial "ilusión" porque "no lo tenía".

El "Quijote" llegó, en esta ocasión, de forma inesperada para Hevia porque "competía con gente muy importante". Tanto es así, que el fotógrafo ni siquiera acudió a la gala donde se fallaba el ganador por motivos de trabajo aunque, eso sí, "los nervios estaban ahí porque siempre hay una oportunidad". Con este premio, pretende hacer un parón en los concursos para dedicarse de lleno a su proyecto "más ambicioso": llevar por toda España su cámara conocida como "La Mamut", una de las más grandes del mundo y que él mismo ha desarrollado, en busca de paisajes que fotografiar y, quizá, poner rumbo hacia otros países europeos.

No es lo único en lo que se va a centrar. Además, quiere poner en marcha una labor de "divulgación" en los colegios para que los más jóvenes "conozcan las técnicas originales de fotografía" en un momento en el que lo digital manda. Y ha comenzado con su propia hija. Carlota, de seis años, que ya muestra su afición por la fotografía e incluso ha participado en un concurso internacional. La pequeña va camino de convertirse en la quinta generación de los Hevia que hace de la cámara su modo de vida.