La subvención de 22.500 euros que la asociación "Capilla de Huerres" consiguió a través de las ayudas europeas Leader para rehabilitar el templo es una ayuda "envenenada". Así la calificó el presidente de la asociación, Javier López, ya que antes de recibir el dinero, distribuido en tres pagos de 7.500 euros, cada año deben presentar las facturas que acrediten que las obras llevadas a cabo ya están pagadas. Es decir, para recibir la subvención, la asociación tiene que adelantar el dinero. Además, deben cumplir con un plazo muy ajustado, ya que los trabajos deben llevarse a cabo en tres años. López se mostró "preocupado" porque no va a ser fácil reunir los 70.000 euros en los que está presupuestado el proyecto, especialmente los 40.000 euros que necesitarán en 2019, informa C. M.