La copiosa niebla fue la indudable protagonista durante gran parte de este domingo en el santuario mariano de Covadonga, pues no se retiró hasta bien entrado en mediodia para dar paso a un sol netamente otoñal. Eso sí, resultó ser una jornada muy tranquila, alejada del trasiego automovilístico del largo "puente" festivo de la semana anterior, ya sumidos en vísperas de las tradicionales fiestas navideñas. Por otro lado, la carretera que une el real sitio con el área de servicio de Buferrera, en la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa, permaneció abierta al tráfico rodado.