Sus Majestades anunciaron su llegada a la localidad llanisca de Nueva con una descarga de fuegos artificiales. Tras eso, recorrieron las calles subidos en unas espectaculares carrozas, mientras que algunos de sus pajes hicieron lo propio a caballo. Al llegar a la iglesia, se dirigieron a los niños que se habían congregado y les recibieron encantados.