"Somos una empresa seria, no vamos detrás de la subvención". El administrador de la sociedad Mar Abierto, Manuel Serrano, defiende su proyecto de planta para la cría del mejillón, fuertemente criticado desde varios sectores. "No vamos a echarnos para atrás", asegura el empresario.
Uno de los puntos más polémicos de la planta es su ubicación. El proyecto contempla que se coloque en Caravia, entre la playa de La Espasa y el Arenal de Morís, algo a lo que las regidoras de Caravia y Ribadesella se oponen por miedo a lo que pueda ocurrirles a sus playas si hubiera cualquier problema con los tubos que componen la mejillonera. Serrano asegura que cuentan con "tecnología para garantizar la seguridad" y que la ubicación se decidió "por consenso", pero que no tendrían ningún problema en moverla "un poco hacia la derecha o hacia la izquierda" si eso supusiera un problema insalvable.
Serrano argumenta también que 36 hectáreas de mar, que es lo que está previsto que ocupe la planta, "no es nada" y que "no perjudica a nadie", sino más bien al contrario. "No hay mejor manera de aprovechar esa zona porque gracias a la planta se va a mantener una reserva de alevines y va a fomentar que haya más pesca", explica. Además, resalta las diferencias de este proyecto con el que se rechazó en su momento en Luarca, porque ahora la Cofradía de Pescadores de Lastres ha entrado en el accionariado de la sociedad con un 25%, no como en el caso de la de Luarca, donde solo entraron algunas personas, por lo que los beneficios repercutirán directamente en la cofradía. Serrano confía en que otras cofradías vean el beneficio que la mejillonera, lo que podría desembocar en que se abran más plantas de estas características en el Principado, "beneficiando siempre a los pescadores". Por eso, y ante el rechazo mostrado por la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, el administrador de Mar Abierto asegura que le gustaría "tener una reunión con ellos para explicarles el proyecto".
Además, Manuel Serrano también garantiza que se presentarán los estudios que contempla la ley para llevar a cabo el proyecto de la mejillonera, y precisa que les han pedido "más informes de los necesarios" porque considera que la mejillonera no tendría impacto ambiental, al ser los mejillones filtradores.
Otros casos
Por su parte, el secretario de la Cofradía de Pescadores de Lastres, Pedro Santos, también se defiende de las críticas de las alcaldesas de Caravia y Ribadesella. Santos asegura que él no está "mirando por su propio dinero" al apoyar la mejillonera porque cuando el proyecto vea la luz lo más probable es que ya esté jubilado, pero pronostica que será beneficioso para Colunga, "y quizá para los concejos limítrofes". Además, Santos pone de ejemplo el caso de Galicia, donde las mejilloneras no han dañado al turismo y son "un activo turístico más", y del País Vasco, donde la acuicultura está en expansión. Por ultimo, destaca que "la mejillonera se instalará en aguas interiores, competencia del Principado de Asturias".
