Se fue un vecino ejemplar del primer "Pueblo ejemplar" de Asturias. El valle de Peñamellera llora la muerte de uno de sus vecinos más queridos, Manolo Corces Verdeja, "Manolo el de San Esteban", como reza su esquela, a la edad de 68 años y tras meses de lucha contra una enfermedad que no pudo superar. Y es que, para mucha gente, la localidad de San Esteban de Cuñaba era conocida gracias a Corces. Fue alcalde de barrio de este pueblo de Peñamellera Baja, presidente de la Asociación Cultural Vigueras y uno de los grandes "culpables" de que en el año 1990 la aldea que le vio nacer recibiese la visita del por aquel entonces Príncipe de Asturias, hoy Felipe VI, para entregar el primer Premio "Pueblo ejemplar" de Asturias. Fue un día histórico para todo el Oriente.

La vida de Manolo Corces, tal y como ayer recordaba su hermano José Manuel, estuvo siempre ligada a San Esteban de Cuñaba, donde trabajó en las tareas del campo y la ganadería. Su carácter inquieto y emprendedor hizo también que fuese una de los pioneros que apostaron por el turismo rural en esta parte de la comarca. Militante del PSOE, fue concejal por el partido del puño y de la rosa durante varios lustros y teniente de alcalde entre 1995 y 1999, periodo en el que gobernó en el valle bajo Rafael Cuello Roces.

Era Corces un habitual de las reuniones de pueblos ejemplares y un entusiasta de estos galardones. Él fue, precisamente, el anfitrión de la primera reunión de pueblos ejemplares celebrada en San Esteban de Cuñaba en 2010.

Multitud de personas arroparon ayer a su familia en el tanatorio de Panes. El experto en medio rural y escritor Jaime Izquierdo cultivó desde hace treinta años una gran y sólida amistad con Corces. "No le correspondía morir por edad", lamentó. "Fue el maestro que me enseñó a mirar la montaña desde la perspectiva del pastor y de la gente que vive en ese entorno", dijo ayer a la salida del tanatorio. Aseguró que "se ha muerto un referente, una fuente de conocimiento y de bonhomía. Era un personaje que se fundía con el lugar y formaba parte del mismo. No se puede mirar la aldea y la montaña sin gente como él".

A nivel personal destacó Izquierdo la gran sensibilidad que tenía Manolo Corces, su carácter emprendedor y su capacidad para relacionarse con todo el mundo. "Todos los pueblos tienen Manolos que se funden con el paisaje. Su gran ventaja es que lo supo explicar. Gente como él hacen los paisajes que luego declaramos espacio protegido. Tenía una personalidad imán y una forma de ser que atraía", subrayó.

Por su parte, Vidal Antón, exregidor de Peñamellera Alta y miembro de la ejecutiva de le FSA, recordaba con cariño la figura de Corces, con quien compartió multitud de momentos y conversaciones. "Era una persona única que hizo cosas extraordinarias, como montar la asociación Vigueras en San Esteban de Cuñaba y lograr ser el primer 'Pueblo ejemplar' cuando nadie se lo podía imaginar. A nivel ganadero tuvo también muchas iniciativas. Fue un hombre muy querido en todo Peñamellera", indicó.

"Pérdida irreparable"

El Alcalde de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández (PP), hablaba ayer de "una pérdida irreparable" para el municipio. "Tuvo siempre muchas inquietudes por hacer actividades, mejorar las infraestructuras, y estaba pendiente de todo lo relacionado con el concejo y con su pueblo. Siempre estaba dispuesto a colaborar", manifestó. Recordó también Fernández que fue uno de los grandes impulsores de la ampliación del Parque Nacional de los Picos de Europa en la zona de Peñamellera.

El funeral por el eterno descanso de Manolo Corces tendrá lugar hoy a las 12.00 en la iglesia parroquial de San Vicente de Panes. Acto seguido será incinerado en la intimidad familiar.