Treinta y dos personas se desplazaron ayer hasta Llames de Parres para repoblar con robles y abedules una zona especialmente castigada por los incendios, con el objetivo de prevenir que las llamas vuelvan a arrasarla en el futuro.

La asociación "Proyecto Roble" consiguió reunir a 18 voluntarios y 15 ganaderos. Allí, llevaron a cabo un trabajo que el colectivo ya lleva realizando dos años en diferentes zonas castigadas por los incendios forestales: plantar árboles para acabar con el matorral. "En los lugares en los que hay matorral, muchas veces se quema para hacerlo desaparecer y que haya pasto para los animales", cuenta Iñaki Aranzeta, de la asociación "Proyecto Roble".

Y estas quemas muchas veces se van de las manos y terminan en incendios. Por eso, su objetivo es que "en 15 o 20 años haya zonas de árboles con pasto, pero sin matorral", explica. Además, los voluntarios han hecho también un cierre para proteger los árboles recién plantados.

Un objetivo con el que esperan conseguir un "efecto ambiental positivo" y reducir los incendios a la vez que favorecen a los animales de la zona.