Un año más, y ya van nueve, el concejo de Ponga prorrogará sus presupuestos. El motivo: el consistorio debe hacer frente, por orden judicial, a pagos a proveedores de obras ejecutadas en anteriores mandatos que desequilibran las cuentas (la última por valor de más de 81.000 euros a favor de la empresa Contratas y Excavaciones Fontexina S. L). Así lo explicó hoy, entre lágrimas de impotencia, la regidora del PSOE Marta Alonso en una comparecencia pública en la que desgranó uno por uno cada ingreso y gasto que entró en el Ayuntamiento en el último ejercicio. La regidora se puso a llorar al explicar las cuentas a los vecinos. Al comenzar el mandato, la alcaldesa se encontró con una deuda a proveedores de millón y medio de euros y 300.000 euros de facturas sin pagar

"Hacemos un trabajo sobrehumano para que no os falte de nada, puede que nos equivoquemos pero no nos llevamos ni un duro ni dilapidamos el dinero", apuntó Alonso tras mostrar a los asistentes su nómina: cobra 1.010 euros al mes por media jornada, muy lejos de los 1.900 euros que -según su versión- percibieron sus antecesores en el cargo. En un ejercicio de transparencia hasta ahora nunca visto en el concejo, la alcaldesa anunció además que todos los plenos serán grabados y estarán disponibles en la web municipal.

En el apartado de gastos, la regidora resaltó los 87.540 euros anuales que el consistorio emplea para pagar deudas a proveedores. "Es difícil trabajar así, gestionamos pura miseria. Pido comprensión y cuando se expresen opiniones que se haga con conocimiento", dijo. Fue entonces cuando algunos de los asistentes a la reunión le mostraron su apoyo y le pidieron que no se disgustase. "Ten la conciencia tranquila. Sabemos que estás haciendo todo lo que puedes por sacar el concejo adelante", la animaron. A lo que la alcaldesa contestó: "Me da rabia no por mí sino por los alcaldes de barrio, a quienes se machaca por intentar ayudar con propuestas como la de las sextaferias", explicó en referencia a la polémica suscitada por la obligatoriedad de participar en los trabajos comunales bajo pena de multas.

En este sentido, Alonso justificó esta tarea como necesaria ya que el consistorio sólo cobra dos impuestos: la viñeta y el IBI; por agua, basuras y alcantarillado sólo se ingresaría lo justo para cubrir el servicio.

Uno de los talones de Aquiles con los que tiene que lidiar el equipo de gobierno pongueto (PSOE-PP) es con el mantenimiento de la piscina de San Xuan de Beleño, que cuesta a las arcas municipales 14.200 euros anuales. "Es un servicio útil, pero no necesario por el que tendremos que seguir pagando para no tener que devolver la subvención asignada en un mandato anterior para su construcción", explicó.

Alonso quiso dejar claro que sólo cobra el kilometraje por gastos de representación y que el resto de extras como las comidas corren de su bolsillo. También señaló que el consistorio invierte 15.000 euros anuales en gastos jurídicos.

Entre los logros obtenidos, la regidora señaló el hecho de que se incrementaran de dos a seis los empleados municipales. Son: un agente de desarrollo local, un topógrafo para elaborar un inventario de bienes y enumerar correctamente las viviendas existentes en el concejo, dos peones para restauración de elementos etnográficos a los que se suma un becario y un auxiliar de administrativo.