Rosi del Valle Peláez y su marido, José Ramón Piedra Alonso, piensan que el responsable del incendio puede ser un ganadero del concejo de Onís. "Amenazó a mi marido hace unos días y nos dijo que algo así nos podía pasar. Nosotros no hacemos daño a nadie y las vacas estaban en nuestra propiedad. En los últimos días, al parecer, ha habido intentos de quemar otras cuadras en la zona", dijo ayer la mujer, aún con el susto en el cuerpo, tras sofocar las llamas los bomberos.

Asegura que fue un milagro que la cuadra, ubicada a tres kilómetros de su casa, no ardiese con los animales dentro. "Mi marido fue a ver las vacas y se encontró con que había humo en el exterior. En un primer momento pensó que era un raigón que estaba quemando fuera. Una de las vacas está algo chamuscada y muy triste, como si hubiera tragado mucho humo", dijo del Valle.