Panes se vistió de gala ayer para celebrar la fiesta en honor a su patrón: San Isidro. La capital del concejo de Peñamellera Baja disfrutó de un desfile de carrozas, una multitudinaria feria de ganado en la que se dieron cita unas doscientas reses y una misa solemne como acto religioso de un día en el que el sol volvió a lucir en el Oriente.

El ganado, compuesto en su mayoría por vacas, aunque también podía verse alguna oveja, comenzó a llenar las calles de Panes a primera hora de la mañana para dirigirse al campo de San Román, lugar en el que se celebró la ya tradicional feria de ganado. Alejandro López llegó desde la localidad de Alevia con 17 reses, una feria que "casi nunca" se pierde. El que sí que hacía años que no participaba en este evento es José Antonio Hoyos, que llegó desde Suarías con doce animales y se sorprendía de lo "animada" que estaba la feria. "Estos años, a veces no tenía a los animales preparados para venir o tenía otras cosas que hacer porque trabajaba en más asuntos, ahora me dedico solo a los animales y por eso estoy aquí", cuenta Hoyos.

En cuanto al ganadero local René García, acudió al campo de San Román con cincuenta de sus reses. García considera que en esta feria "se vende poco", ya que es más una ocasión para exhibir el ganado, pero se muestra confiado en que "siempre puede haber suerte". El mayor lote de animales lo llevó Chin Ceballos, de Cimiano, un habitual en esta celebración y que llegó al lugar con unas ochenta reses, entre ellas tres impresionantes toros.

El toque de color a la celebración por San Isidro lo pusieron las cuatro carrozas que partieron sobre las 11.30 horas desde la vecina localidad de Siejo y recorrieron las calles de Panes para deleite de sus vecinos hasta el campo de San Román.

En una de esas carrozas iba Lucas García, un pequeño vecino de Panes de 3 años que este año tomó el relevo de su padre, Daniel García. "Su padre ya hacía carrozas de chaval, y ahora le toca a él", explica su madre, Silvia Robredo. Mención especial merece la carroza "Escuelina de Panes". En ella, los profesores interinos de la escuela de la localidad, caracterizados de maestros de la década de los años 70, hacían gala de su buen humor y creatividad. "Ninguno de nosotros somos de aquí, pero llevamos dos años dando clase en Panes y el año pasado, cuando vimos el desfile, decidimos que en esta ocasión íbamos a hacer una carroza también nosotros para colaborar con la fiesta", explican.

La participante más pequeña de esta fiesta, Lucía Rodríguez, de tan solo diez meses, viajaba a bordo de otra carroza que recreaba una huerta de las de toda la vida. "Esto es lo tradicional de San Isidro, el campo", cuentan sus creadores. La cuarta carroza llegó desde la localidad de Alevia y en ella viajaba María Purificación Noriega acompañada por las jóvenes Daniela Álvarez y Carlota López.

Tras la colorida mañana, el momento más solemne llegó con la misa que se celebró en la iglesia parroquial de Panes para honrar a San Isidro y que fue el punto culminante de la jornada.