"La politización del caso de San Antolín de Bedón, junto con la indefinición de la propiedad porque el Estado nunca lo inscribió, hace daño al edificio". Esa es la opinión de Juan Carlos Villaverde, profesor de la Universidad de Oviedo y uno de los mayores estudiosos de la historia y las circunstancias de este monumento llanisco, rodeado de polémica por su mal estadp. Así lo hizo saber en un debate organizado ayer por la asociación cultural "La Volandina" en la que estuvieron presentes representantes de todos los partidos políticos.

La mayor polémica que rodea al edificio es la identidad de su dueño, ya que aunque "toda la información apunta a que es público", el Estado nunca lo ha reconocido como tal, si bien es cierto que a lo largo de los años ha destinado partidas para su mejora , como una de 160.000 euros en los años 90 y otra de 70.000 euros en 2006. De hecho, en los Presupuestos Generales del Estado recientemente aprobados, existe una partida de 500.000 euros para acometer obras en en monasterio de Obona y en San Antolín de Bedón. "¿Cómo es posible que si San Antolín no es del Estado, este no deje de invertir en él?", se pregunta Villaverde. Y todo esto, mientras los propietarios de la finca que rodea a la iglesia reclaman también la propiedad.

La historia de San Antolín dice que la iglesia pasó a ser propiedad de Estado en el siglo XIX y, aunque posteriormente se vendió la finca que lo rodea, en dicha escritura se especificaba que el monumento quedaba exento de dicha venta. Desde entonces, no se tiene conocimiento de que haya cambiado de manos, aunque la polémica siempre ha estado ahí. En este sentido, los partidos políticos piden "consenso" para buscar una solución.