La madrugada de ayer fue especialmente agitada en Llanes. Los voluntarios que debían elaborar las alfombras para que desfilaran los 25 niños vestidos de primera comunión comenzaron a llegar a las calles del casco antiguo de la villa alrededor de las cinco de la mañana. "Yo llegué a las seis, que fue cuando empezamos a colocarlo todo, pero ya había gente aquí desde mucho antes organizando", cuenta Maribel Vargas, una de las incansables trabajadoras que se encargaron de que el día del Corpus fuera perfecto en Llanes.

Un trabajo que muchos temían que no fuera a lucirse tanto como se merecía, ya que una lluvia, fina pero persistente, amenazó con aguar la fiesta del Corpus y cancelar la procesión. Sin embargo, la ilusión y las ganas de los 25 niños vestidos de comunión pudo con el mal tiempo y, tras una solemne misa oficiada por el párroco Florentino Hoyos, todos desfilaron por las decoradas calles de la villa, que llamaban la atención de cuantos turistas se encontraban con las alfombras. Así, poco a poco fueron visitando los tres altares situados junto a la capilla de Santa Ana, al lado de la capilla de la Magdalena y en la plaza de Parres Sobrino. Los 25 niños estuvieron acompañados durante la procesión por el párroco local y todos los estandartes de la villa.

Como novedad, este año las llamativas alfombras estuvieron realizadas con serrín teñido de diversos colores. Un material que en años pasados se utilizaba normalmente como complemento para las flores, elemento principal, pero que esta vez se convirtió en básico porque el mal tiempo que ha habido hasta ahora ha impedido que los organizadores pudieran disponer de flores suficientes.

La festividad del Corpus se celebró por toda la comarca. En Cangas de Onís, tras la misa del mediodía en la iglesia parroquial de Santa María, la treintena de niñas y niños que realizaron la primera comunión la semana pasada en ese mismo templo fueron protagonistas de la procesión, que recorrió las principales calles con música de gaita y tambor. En la comitiva se encontraba, entre otros, el párroco José Manuel Fueyo, así como el vicealcalde Gonzalo Suero y la edil de Turismo, Salomé García, informa J. M. CARBAJAL.

Por su parte, en Villamayor (Piloña), el Corpus se vivió como una gran fiesta. Por la mañana fue el momento de los actos religiosos, con misa y una procesión en la que los protagonistas fueron los cuatro niños vestidos con sus trajes de comunión. Ya por la tarde, la fiesta se cerró con una exhibición de bolos cuatreada y la quema del diablu.