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Reclaman más información sobre la ruta del Cares y sus riesgos para los visitantes

Los especialistas advierten de la necesidad de mantenerse alerta para prevenir accidentes mortales como el ocurrido el pasado fin de semana

La muerte, el pasado sábado, de una montañera vasca al precipitarse tras un desafortunado tropezón por un precipicio de 50 metros de altura en la ruta del Cares ha abierto el debate sobre la seguridad en la ruta de montaña más famosa de los Picos de Europa. Entre los especialistas existen opiniones de todo tipo, que van desde colocar vallas en el recorrido hasta mejorar la información que se da a los visitantes sobre las características del recorrido.

El experto guía de montaña de la zona de Picos de Europa y del Naranjo de Bulnes Xuacu Álvarez Sánchez achaca a la mala suerte el accidente ocurrido el pasado fin de semana y pide una mayor información para que la gente que realice la ruta sepa a lo que se enfrenta. "Se trata de una ruta sencilla entre dos macizos de alta montaña, con peligros objetivos a ambos lados que no se pueden controlar, como son la caída de piedras y ramas, y la presencia de animales. Al ser una ruta fácil, la gente la subestima", considera.

Sánchez cree que la colocación de vallas sería una medida excesiva y apuesta, para mejorar la seguridad, por una campaña de información más completa. "Es segura si se lleva el nivel de atención adecuado, que pasa por aspectos como pegarse a la pared si tiene lugar un desprendimiento, hacerla con el calzado adecuado y llevando agua o una manzana, y evitar ir con auriculares", dice.

Cipriano López, presidente del Club de Montaña Cabrales, dice que, si de él dependiese, equiparía la famosa ruta "de arriba abajo" con una pequeña valla de madera en prácticamente todo su recorrido y "obligaría a todas las personas que la hiciesen a ir con casco", además de cobrar una entrada simbólica con cuyos beneficios se podría mantener. Sostiene que el modelo a seguir es el del Caminito de Rey, en Málaga. "Con las vallas se evitaría que la gente cayese en caso de dar un mal paso o por un desprendimiento", dice. Cree también que sería aconsejable cobrar a cada usuario una especie de entrada y evitar que su gestión recayese en el Parque Nacional y pasase al Ayuntamiento o a una empresa de la zona. "En Semana Santa o verano hay días en que se meten ahí 2.000 personas, y una forma de regular ese tránsito y hacer que cada día circulen por ella 1.000 personas es tomar este tipo de medidas, lo que permitiría también repartir el número de visitantes durante todo el año", dice.

Rubén Carbajales, del grupo de montaña Los Urrieles, de Cabrales, indica que sucesos como el ocurrido el sábado en la ruta del Cares pueden suceder "en cualquier otra ruta o en cualquier canal de Picos de Europa. Creo que la ruta está acondicionada. Aquí siempre la conocimos así e igual la vemos más fácil de lo que es. En Portugal hay rutas de este tipo valladas", detalla.

El alcalde de Cabrales, Paco González, califica lo sucedido como un hecho "aislado" y "desgraciado". "Quienes hacen el Cares deben tomar una serie de medidas de seguridad, como estar atentos a los desprendimientos y evitar caminar junto a los precipicios, además de llevar ropa y calzado adecuados", asegura. Cree que sería interesante invertir en mejorar la información en relación a la ruta o en crear una especie de cuerpo de voluntarios para determinados días del año con el objetivo de advertir a los turistas de lo que se van a encontrar. No es partidario de colocar vallas.

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