Los primeros visitantes llegaban ayer al Museo de Covadonga tras su reapertura, después de las reformas que lo mantenían cerrado al público desde octubre, para admirar los cuadros de diecisiete reyes asturianos que han sido restaurados y que constituyen un recorrido por la historia de la Monarquía en la región. Todos los que tuvieron la oportunidad de admirar las obras coincidían en el "importante patrimonio" que constituyen, a la vez que se maravillaban del renovado aspecto del propio museo.
Así lo consideraba Herminia Medina, quien estaba impresionada por el "increíble realismo" que desprendían todos los cuadros. En cuanto al museo, su marido, Juan Miguel Naranjo, consideraba que la reforma del espacio había sido "un acierto" porque los cuadros podían admirarse mejor en un espacio tan "limpio y resplandeciente". De la misma opinión es Dina Contreras, llegada desde Guatemala, quien calificaba las obras pictóricas de "preciosas".
Pero si algo valoraban quienes paseaban por el museo ayer era el valor que tienen las obras y lo que representa que se encuentren en un lugar como el Museo de Covadonga. "Estos cuadros no son solo dibujos, esconden mucha historia", apuntó Norberto Bartoli, llegado desde Argentina.
Y si los cuadros impresionaban a los turistas llegados de fuera del Principado, su efecto sobre los asturianos que se acercaron hasta el museo en su primer día de apertura no se quedó atrás. Por ejemplo, Julita García estaba especialmente impactada con el trabajo de tratamiento de los cuadros, ya que los había visto varias veces y considera que lo que se ha hecho en el proceso de restauración es "una obra de arte". "Es un lujo tener en Asturias un museo como éste y, sobre todo, estas obras", opina García.
En la misma línea, Alicia Palacios animaba a todos los habitantes del Principado a conocer el lugar. "Me llama la atención que, siendo asturianos, haya tantas cosas importantes de nuestra historia que desconocemos. Yo acabo de aprender algunos datos y hechos interesantes", cuenta Palacios. De hecho, una de esas asturianas que no conocía el Museo de Covadonga hasta ayer es Ana Riesgo, a quien le "encantó" la visita y calificó toda la obra de "impresionante". "Es verdad que la mayoría de la gente oyó hablar y conoce a los reyes clásicos, como don Pelayo y Favila, pero aquí se puede tener una visión más amplia de todos ellos y esta muestra es una forma de ver la historia de Asturias a través de cuadros", explica Riesgo.
Y, además de para admirar, ya había quien veía otros posibles usos para el museo y su obra. "Este lugar es un lujo, reúne una época importante de la historia de Asturias y creo que sería una buena forma de explicársela a los estudiantes, se podrían utilizar tanto el museo como los cuadros a nivel educativo para explicar contenidos visualmente", piensa Teresa Vega.
Pero, si admirados eran los cuadros, había otro punto de la exposición que llamaba la atención de los visitantes: la corona de la Virgen, una pieza que la Santina luce cada 8 de septiembre y que fue realizada por Félix Granda con motivo de la coronación canónica de la Virgen de Covadonga. Esta joya fue sufragada con las donaciones populares de los asturianos y está hecha en oro y platino, con adornos como zafiros, rubíes y perlas.
Una de las personas que más admiraba la corona era Julia López, quien confiesa que "nunca la había visto antes", y cuenta que su visión "llama la atención de verdad". Sin duda, el primer día del museo fue un éxito rotundo para los visitantes.
