Los relojes marcaban las 19.00 horas y los termómetros rondaban los 20 grados. Allí, en el macroparking de El Lleráu, en Cangas de Onís, centenares de personas se reunieron en torno a mesa y mantel para disfrutar de lo lindo de "La Jira" de San Antoniu. Algunas de ellas demostrando sus dotes culinarias, como fue el caso de Juan Trespando, quien elaboró en riguroso directo un exquisito arroz caldoso con bogavante, ayudado por Paco Martín, Ñuti Blanco, Betty González y Pablo García. Un suculento plato, regado con buena sidra, con destino a cerca de cuarenta comensales, casi todos vinculados al Grupo de Montaña Peña Santa de Cangas de Onís.

A escasos metros, bajo el amplio entoldado, otro grupo de cangueses y canguesas, conocidos como "Los de siempre", daban buena cuenta de la merienda acompañada por una monumental hogaza de pan de 25 kilogramos -algo más de un metro de larga- que causa sorpresa entre los presentes en el recinto festivo, Mientras, jóvenes y no tan jóvenes, en un gran ambiente de confraternidad degustaban el bollu preñau y la botella de vino como socios de la Sociedad de Festejos de Cangas (SFC) en la jornada final de las fiestas patronales de San Antoniu, el Nuestro, las cuales comenzaron el pasado 9 de junio en la vieja capital del Reino de Asturias.

Música y quema

La parte musical vespertina corrió a cargo de "Uno más Uno" para enlazar, posteriormente, con la monumental verbena amenizada en esa oportunidad por las orquestas "Assia" y "Cuarta Calle". Al filo de la medianoche tocó el turno de la quema de una impresionante colección de fuegos artificiales en El Puentón, lanzada por la firma leonesa Pirotecnia Pibierzo SL. Todo un espectáculo de color y estruendo en los aledaños del carismático Monumento Nacional, a la vera del Sella.

Después se reanudó la verbena, que se dilató hasta bien entrada la madrugada. Un broche de oro a más de una semana de intensa actividad y jolgorio en la ciudad canguesa.