Las obras para mejorar el pavimento de la carretera N-625 a la altura del puente de Les Roces, en Cangas de Onís, provocaron caravanas de varios cientos de metros ayer al mediodía. La cola de vehículos en dirección a Arriondas llegaba, pasadas las 12.40 horas, a la altura del taller Exire.

Los trabajos se centraron ayer en la renovación del firme de la carretera N-625, muy deteriorado tras varios meses de intervenciones con maquinaria pesada. Las obras obligaron a cortar un carril y a regular el tráfico con un sistema de semáforos alternativos.

El Ministerio de Fomento inició el pasado verano unos trabajos para subsanar deficiencias detectadas en los cimientos y pilares del puente de Les Roces, por donde circulan a diario cientos de vehículos. El proyecto incluyó un sondeo para conocer el estado de los apoyos del puente sobre sus cimientos, con el fin de sustituirlos por otros nuevos que absorbieran mejor las vibraciones que genera tanto tránsito. La operación requería del uso de gatos hidráulicos que elevaran el tablero para colocar las nuevas piezas y que el puente ganara altura.

El grueso de las labores se desarrolló bajo los pilares del puente, donde se instalaron unos andamios. La estructura fue recubierta con elementos aislantes con el fin de evitar posibles vertidos al río Sella en el caso de que se produjeran desprendimientos.

La entrada a Cangas de Onís por Les Roces es una de las más concurridas, especialmente en verano, cuando la población se triplica en el Oriente por la llegada masiva de turistas.