Varias empresas han respondido a la llamada que el abad de Covadonga, Adolfo Mariño, hizo a través de LA NUEVA ESPAÑA para tratar de encontrar mecenas que ayuden a eliminar barreras arquitectónicas en el santuario y faciliten el tránsito de las personas con algún tipo de discapacidad.

La firma Contratas Moro e Hijos, constructora con sede en Cangas de Onís, es una de las que estaría dispuesta a asumir la mano de obra necesaria, de manera totalmente altruista, para colocar la plataforma salvaescaleras que permita a los visitantes y peregrinos con problemas de movilidad reducida o en silla de ruedas acceder a la santa cueva de Covadonga, salvando los peldaños, algo que ahora les resulta imposible, excepto que lo hagan en volandas ayudados por familiares o amistades.

No obstante, la empresa está pendiente de una reunión. Otras firmas también se han puesto en contacto con los responsables del Real Sitio para ofrecer su ayuda.

Marino cifra en 35.000 euros el coste del citado equipamiento. De aceptar ese ofrecimiento gratuito de mano de obra de la empresa constructora canguesa, sería una importante merma en la inversión a cometer y así poder hacer realidad la instalación de la plataforma salvaescaleras en la santa cueva en este año 2018 lleno de aniversarios.