Sensación de libertad encima de una moto mítica, paisajes únicos y la compañía de gente llegada desde varios puntos de la geografía nacional. Con estas premisas ayer se celebró con notable éxito la octava edición del Desafío "Lagos de Covadonga-Vespa Club Asturias", con salida y llegada en Ribadesella. Un total de 175 motos completaron el recorrido que les llevó hasta los Lagos de Covadonga previo paso por la localidad de Sotres y foto de familia en la explanada de la basílica, en una ruta de más de 145 kilómetros.

Desde la localidad lucense de Lorenzana, el gallego Fran Rivas acudió a la concentración por cuarto año consecutivo junto a 8 amigos del Vespalugo Equipo de Rescate y Vespafaba Clásico Lorenzana. "Repito por el ambiente y el entorno privilegiado y maravilloso por donde rodamos", dijo. El alemán Volker Bischoff se sumaba por primera vez al Desafío. Integrante del Vespa Club Asturias, describe a este medio de transporte como "fiable" y como una manera perfecta para disfrutar de los paisajes. "El mes pasado viajé entre Asturias y Huelva en Vespa", dijo.

Los leoneses Alba Ibán y Roberto del Río departían con otros compañeros de ruta antes de salir. "Compré el chasis con una propina que me dio mi abuela. No tenía ni idea de mecánica y aquí estoy", señaló Roberto del Río. Ochocientos treinta kilómetros es la distancia entre Castellón y Ribadesella que completaron seis miembros del Vespa Club Castellón. Todos ellos pisaban por primera vez Asturias y se mostraban encantados por el recibimiento. "Hacía tiempo que teníamos ganas de venir a esta concentración. El trato de la gente no ha podido ser mejor. Ayer, nada más llegar, se me estropeó la moto y desde la organización me la pusieron a punto en un momento", dijo el presidente del club castellonense, Juan Carlos Dolz. "Las Vespa unen", subrayó.