El jurado de los prestigiosos premios "Pico Peñamellera", considerados como los Nobel de los bolos, falló en la tarde de ayer los galardones de este año. El jurado, presidido por el presidente del Centro Asturiano de Oviedo, Alfredo Canteli, ha decidido este año reconocer la trayectoria de Álvaro Collar de la Mata, Jacinto Pelayo Benito y José María Fernández Vallejo. El acto de entrega tendrá lugar el próximo 10 de agosto, viernes, en una solemne ceremonia a celebrar en el Ayuntamiento de Panes.

Álvaro de la Mata nació en Xedré (Cangas del Narcea) en 1990. Procede de una familia muy comprometida emocionalmente con la modalidad del bolo vaqueiro. Está considerado, pese a su juventud, como el mejor jugador de esa disciplina. Sus aptitudes y su disponibilidad para colaborar en la difusión y la dinamización de la modalidad, así como su formalidad y su comportamiento exquisito en la bolera, le han favorecido para ser galardonado.

Jacinto Pelayo Benito nació en la localidad cántabra de Helguera de Reocín hace 73 años. Desde niño se identificó con el juego del bolo palma, destacando su labor como directivo. En 1980 puso en marcha con la ayuda de su cuñado la peña bolística "Construcciones Rotella", que marcó un hito histórico en los bolos modernos de Cantabría. Según el jurado, supo interpretar los bolos desde el punto de vista técnico y táctico, y las posibilidades de los jugadores desde el punto de vista individual y colectivo.

José María Fernández Vallejo vino al mundo en Panes en 1952. Fue, según los expertos, un jugador "curioso" de varias categorías en su adolescencia y primera juventud, y colaboró en el mundo de los bolos en diferentes ámbitos de manera desinteresada, aspecto que ha valorado positivamente el jurado para otorgarle este premio.