Un accidente que pudo acabar en tragedia terminó casi de manera cómica, con medio pueblo en busca del conductor de un coche que acabó volcado en plena carretera nacional 634. El hombre, según testigos presenciales, venía de Arriondas y todo parece indicar que se trata de un feriante. No tenía carné de conducir y el turismo que conducía carecía de seguro. Intentó huir en taxi y fue interceptado por los propios vecinos.

La historia comenzó al filo de las diez y media de la noche de jueves, cuando el coche, según testigos presenciales, circulaba en dirección Oviedo a gran velocidad y se empotró contra la acera, perdió la rueda derecha, impactó contra una farola y volvió al centro de la calzada, quedando con las cuatro ruedas hacía arriba junto al paso de cebra ubicado en frente de la iglesia. "Fue una suerte que no pasase nadie por la acera en ese momento, ni otro coche por la carretera. Decía que iba a 40 por hora, pero es imposible", consideró un testigo. El fuerte impacto alarmó a los vecinos que, en masa, salieron a la calle.

El feriante salió por piernas del coche y huyó en dirección al barrio del Caneyu. La huída fue tan rápida que las personas que se acercaron a socorrerle instantes después del impacto encontraron el coche vacío.

El accidentado preguntó a dos vecinas por el teléfono del taxi. En plena vorágine, llegó a la zona un taxista. El hombre pidió ser llevado a Arriondas, pero fue interceptado en el momento en el que intentaba pasar por la zona accidentada, donde los vecinos estaban señalizando el accidente y a donde habían llegado los bomberos.