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ÁNGEL VILABOA | Nuevo párroco de las Peñamelleras

"Quiero vivir la experiencia de ser cura de pueblo"

"Es una zona preciosa con unos paisajes naturales privilegiados y unas casas y un entorno muy bonitos, todo es ilusionante"

Ángel Vilaboa, sentado en las escaleras de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, en Avilés. MARA VILLAMUZA

Ángel María Vilaboa Pérez (Avilés, 1990), es el nuevo párroco de los concejos de Peñamellera Alta y Baja en sustitución de César Acuña. Nacido en el barrio de Sabugo, concretamente, en la calle de La Estación, estudió en el colegio Paula Frassinetti y, posteriormente, se licenció como ingeniero informático. Se ordenó sacerdote el pasado 20 de mayo y cantó su primera misa en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery ante decenas de feligreses. Hasta la fecha, y a la espera de destino, ayudaba en las parroquias ovetenses de San Pablo de Argañosa y San Antonio de los Arenales. Desde hace un año visita cada fin de semana Peñamellera Alta y Baja para ayudar a Acuña. Primero lo hizo como diácono desde septiembre de 2017. Es uno de los curas más jóvenes de la región y será el sacerdote más joven de la comarca.

- Durante nueve meses estuvo de diácono trabajando en las Peñamelleras. ¿Qué le parecen ambos concejos?

-Llevo viniendo todos los fines de semana desde septiembre del año pasado y ya conozco a bastante gente. La impresión es muy buena.

- ¿Cuándo supo que su primer destino iba a ser este?

-La verdad es que fue una sorpresa. Sabía que me podía tocar en cualquier sitio y no tenía ninguna intuición clara. Estoy muy contento.

- ¿Conocía esta zona?

-Yo soy de Avilés y durante las vacaciones y el verano tiraba un poco más hacia el Occidente y a la zona de Cudillero. El Oriente lo conocía poco. Debo decir que es una zona preciosa, con unos paisajes naturales privilegiados y un entorno y unas casas muy bonitas. Es todo muy ilusionante.

- ¿Cuándo tiene previsto tomar posesión del cargo?

-Aún no sé la fecha exacta, pero será a finales del mes de septiembre.

- ¿Cómo afronta su primer reto como sacerdote?

-Estoy muy contento. Al llevar ya un año por la zona, más o menos conozco cómo funcionan las parroquias y los posibles retos que me aguardan. Tengo ganas de enfrentarme a las cosas, ver cómo se van resolviendo los problemas del día a día y cómo se puede afrontar algún proyecto que se puede llegar a hacer. Tengo muchas ilusiones puestas. Una vez que aterrice allí definitivamente, habrá que ir afrontándolo todo.

- ¿Qué objetivos se marca?

-El primer objetivo que me pongo es aprender a ser cura y luego ir conociendo en profundidad a la gente y ver las necesidades espirituales y de corazón que tienen, ser un generador de convivencia y de comunión entre los pueblos, o ver cómo se puede conducir la solidaridad a través de instituciones como Cáritas. Tengo ganas de meterme en la vida de estos lugares y vivir en primera persona cómo es la vida de un cura en un pueblo.

- ¿Qué consejos le han dado sus compañeros?

-Me han dado varios. Cada uno, según su experiencia, te dice una cosa u otra. La gente de los pueblos suele ser acogedora y cada lugar tiene un reto propio. En un pueblo puede ser la catequesis, en otro hacer algún tipo de obra o potenciar la fiesta. Lo que se pueda hacer se hará con la ayuda de la gente.

- Ya ha tenido contacto con sus feligreses. ¿Cómo le han recibido al ser tan joven?

-Están contentos y me reciben con cariño. Es todo muy agradable. Creo que me ven con ilusión. Ayudaré a rejuvenecer un poco el ambiente.

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