El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Llanes, José Manuel Herrero, denunció durante el pleno celebrado ayer "prácticas dictatoriales" en la residencia Faustino Sobrino de Llanes por parte del gerente de la Fundación, y lamentó lo que considera una "actitud pasiva" en relación a las mismas por parte del alcalde y presidente del patronato de la Fundación, Enrique Riestra Rozas (VecinosxLlanes).

"En la Faustino Sobrino las trabajadoras tienen miedo", señaló Herrero, quien criticó la actitud que el gerente de la residencia llanisca, Daniel Marcilla, tiene hacia varias empleadas. Éste preguntó al Alcalde si va a tomar alguna medida para poner fin a esta situación. Según reveló Herrero, Marcilla presionó a una trabajadora de baja por enfermedad para que se reincorporase a su puesto de trabajo, amenazándola con echarla. "Es absolutamente gravísimo e impresentable que se cuestione una baja médica", dijo.

El regidor, antes de la intervención de Herrero, presumió de números en la Faustino Sobrino y recordó que entre 2006 y 2015, siendo Herrero patrono, la institución controlada por el Ayuntamiento sufrió una descapitalización de 1.768.593,35 euros. "Lo ocurrido hasta ahora era una responsabilidad y la fundación iba a quebrar. Se gestionó como un chiringuito y estaba abocada al cierre dejando en la calle a las trabajadoras y a los residentes", dijo Riestra.

El PSOE pidió al regidor los presupuestos de la residencia de los años 2017 y 2018, así como las cuentas de los años 2016 y 2017.

El pleno aprobó por unanimidad que la calle ubicada en la zona de La Talá, entre el aparcamiento de autocaravanas y la rotonda de Poo, pase a denominarse calle Ramón Sobrino de la Vega en honor al facultativo y exregidor llanisco nombrado hijo predilecto recientemente.

En otro orden de cosas, los ediles del PSOE salieron del pleno durante cinco minutos en protesta por los horarios. "No se cumple lo acordado de que se deben celebrar entre los días 1 y 15 de los meses impares, a las diez de la mañana", señalaron.