Con una mezcla de indignación y hartazgo. Así están los vecinos de Posada de Llanes tras la avería del paso a nivel que cruza la AS-115 por el centro de la localidad, la principal vía de comunicación del concejo de Llanes con los Picos de Europa. El mal estado del mecanismo que pone en marcha las barreras hizo que el pasado lunes no funcionasen por la mañana ni por la noche y ayer tampoco lo hiciesen por la mañana. Hasta seis operarios de Adif trabajaron en la zona para poner fin a esta situación. Al amanecer varios vecinos regularon el tráfico e impidieron que pasasen los coches mientras pasaba el primer tren de pasajeros de la jornada, a las 7.45 horas. El tren pasó a escasa velocidad, casi parado, y tocando el silbato, para avisar a los viandantes y los vehículos.

María Rosete Florenti, de la cafetería el Parque, ubicada junto al paso a nivel, fue una de las personas que estos días ha regulado el tráfico mientras el tren cruzaba con las barreras subidas. "La gente está cansada. Todos dicen que da una sensación de inseguridad total. Es una carretera por donde pasa mucha gente. Mientras están aquí arreglándolo y pase un tren no hay problema, pues los operarios avisan. El problema es cuando no hay nadie", comentó.

"Esto no puede seguir así ni un minuto más. Es una vergüenza", dijo un vecino que vive en la avenida principal. "Que estemos así en plenas fiestas de Santiago no es de recibo. Es increíble que la gente que a diario pasa por aquí, bien en dirección a Covadonga o bajando a la playa, tenga que pasar por esto. El Ayuntamiento debería traer a los municipales cuando las barreras no funcionan en vez de mandarlos a poner multas. La gente está cansada", señaló.

En opinión de Miguel Velarde, "es una verdadera vergüenza lo que está pasando. No es normal lo que ocurre con las barreras del tren a estas alturas", indicó. Bajo su punto de vista la protesta que se hizo en Semana Santa cortando el tráfico ferroviario para pedir mejoras en esta infraestructura no fue suficiente. "Debimos seguir realizando más concentraciones y trasladarlas, incluso, a Llanes. En el ambiente hay un enfado general. Los vecinos ya sabemos que andan mal las barreras y pasamos con miedo, pero alguien de fuera se puede llevar un buen susto", añadió.

Otra de las vecinas que ayer avisaba a los vehículos fue Mónica Salas Pascual. "La verdad es que los trenes pitaban exageradamente y los maquinistas lo saben. Yo paré a un coche que iba a cruzar y lo vi lanzado", dijo. Sostiene que es momento de arreglar de una vez los problemas del paso a nivel. "La gente está cansada y preocupada. Es cosa de Adif y de Fomento. Lo más importante es que no ocurra nada", señaló.

El alcalde de barrio de Posada, Miguel Ángel Villaverde, pide que Adif explique lo que sucede a los vecinos y ponga a una persona a vigilar las barreras cuando el mecanismo no funcione.