Esta misma mañana, falleció Ramón Blanco Vega, más conocido entre sus convecinos de Cangas de Onís como Ramón "el de La Llongar". Contaba 88 años de edad y siempre centró casi toda su actividad laboral al mundillo agrícola y ganadero, así como también estuvo vinculado al sector carnicero, pues, trabajó durante cuatro décadas como matarife en el antiguo macelo cangués sacrificando reses para Servando Huerta y hermanos, incluso saló jamones.

Además, su figura estuvo solapada durante décadas a los Gigantes y Cabezudos de las fiestas de San Antoniu, dando ambiente a los pasacalles programados para deleite de los niños y niñas. Por si fuera poco, al pie de su domicilio particular de "La Llongar", a la salida de la urbe canguesa y en dirección al pueblo de Cañu, en el paraje de "La Tablada", en aguas del río Sella, se forjaron infinidad de piragüistas, tanto del Club Sirio como del Club La Llongar, encontrando siempre buena disposición para que pudiesen practicar esa disciplina tan arraigada en la comarca.