José Antonio García Álvarez ha sido elegido por decimoquinto año consecutivo como regidor de pastos de la Montaña de Covadonga, un cargo que renueva con el objetivo prioritario de ganar el mayor número de hectáreas posibles al matorral en las majadas. "Toño" -como conocen en la zona a este tratante de Corao- defiende que la gestión del Parque Nacional de los Picos de Europa "está caduca por la falta de apoyos económicos" y no descarta convocar movilizaciones para hacer visible el malestar de los ganaderos ante la falta de apoyos por parte de las administraciones.
- El consejo de pastores lo ha vuelto a elegir como representante. ¿Cómo afronta el reto?
-Hace un par de años ya mostré mi intención de dejar el cargo porque sentía que no se avanzaba, que dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa nuestras peticiones de mejora de infraestructuras no eran escuchadas. Sigo adelante porque el Consejo de pastores y el alcalde de Cangas de Onís me lo pidieron y porque fuera del espacio protegido, aunque de forma lenta, sí se consiguen algunas mejoras.
- ¿Qué prioridades tiene para este mandato?
-Me propongo ganar unas 900 hectáreas de pastizales promoviendo desbroces y quemas controladas. En los últimos veinte años se ha perdido un 60 por ciento de los pastos por el avance del matorral dentro del Parque, y esto no puede ser.
- ¿A qué causas achaca la proliferación del matorral en la montaña de Covadonga?
-A la proliferación de la fauna salvaje, que acabó con la reciella. Se pasó de tener 12.000 cabras y ovejas que actuaban como limpiadoras naturales a poco más de 500. Al principio, se mantuvo a raya el matorral con desbroces, pero cuando llegó la crisis económica se dejó de invertir y, sin dinero, el parque y los que lo dirigen están caducos. Lo que más duele, y no entendemos, es que nos digan que no hay dinero para desbroces e infraestructuras ganaderas y luego los gestores del parque gasten cientos de euros en hacer un mirador para la Princesa en Les Veleres.
- ¿Qué medidas propondría para mejorar la gestión del parque de los Picos?
-Una buena idea sería, por ejemplo, que un euro del precio del billete del plan de transporte a los Lagos se destinara a la mejora de caminos, limpiezas, infraestructuras...
- El Parque Nacional celebra su centenario como espacio protegido. ¿Qué balance hacen los pastores sobre esta etapa?
-Estos cien años han sido nefastos, en parte porque no se ha tenido en cuenta a las personas que lo mantienen. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que pequeñas quemas controladas que podrían ser supervisadas por un guarda son beneficiosas en Asturias, pero no nos escuchan. Es llamativo que en el programa conmemorativo del centenario no haya ningún acto espefícico de homenaje al pastor, verdadero guardián de los Picos.
- ¿Qué cree que se puede hacer para que la ganadería tenga futuro en la comarca y en el parque nacional?
-Cambiar los planes de mejora, que no funcionan. No se puede subvencionar a un joven para que compre una nave y un tractor a una explotación de treinta vacas casinas porque no se amortiza. Hay que tener altura de miras y dar subvenciones para comprar fincas que son la base de las explotaciones ganaderas extensivas en la cornisa Cantábrica. Es buena idea que quienes se incorporen al sector tengan una ayuda de 50.000 euros en vez de 25.000 euros. Lo que no es normal es que la carne siga valiendo lo mismo que hace diez años y que luego una segadora cueste el doble.
- ¿Es asumible la convivencia con el lobo para los ganaderos?
-En la vertiente canguesa hay siete manadas y, aunque a día de hoy los daños son asumibles, seguimos manteniendo que lobo y ganadería no pueden convivir.
- Haga autocrítica. ¿No hay nada por mejorar dentro del sector ganadero?
-El sector ha estado muy dividido en los últimos años y eso nos ha pasado factura. Tenemos que unirnos más en defensa de nuestros intereses como hicieron en Francia, donde setenta agricultores consiguieron parar con fardos de paja el Tour de Francia para hacer visible su malestar por los elevados precios del forraje.
- ¿Planean movilizaciones similares?
-Particularmente abogo por el diálogo, pero si no hay acuerdos inmediatos no descartamos movilizaciones. Me extrañó que el consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, y el viceconsejero, Benigno Fano, no estuvieran en la fiesta del Pastor, pero los tengo por personas coherentes con las que se puede llegar a acuerdos y tienen nuestro brazo tendido para la negociación.
- ¿Cómo va su relación con los ecologistas?
-Con los ecologistas que saben mantener el medio ambiente y son conscientes de que hay que plantar árboles pero también podarlos o cortarlos no tenemos problema. Lo difícil es entenderse con los ecologistas de fin de semana, que viven en la ciudad y cuando hace sol aparecen en la montaña a imponer sus normas.
