Un fuerte olor pestilente invade la playa de Las Cámaras, en Celoriu, por culpa de un riachuelo con aguas fecales que sale de una alcantarilla ubicada junto a las duchas, pasa por mitad de la playa, tiñe la arena de negro y desemboca en la zona de baños, arrastrando toallitas, compresas y otros desechos. Ese es el panorama que denuncian varios usuarios del arenal. Junto a Palombina y la de los Curas, esta playa integra la terna de arenales ubicados en mitad de Celoriu y separados de manera natural por rocas. "Es una vergüenza que esto ocurra en un lugar como Llanes", claman los usuarios, algunos de los cuales, incluso, han decidido cambiar de playa. Los vertidos se multiplican, según los bañistas, en las jornadas que suceden a los días de lluvia.

"Es un peligro para la salud pública que viene ocurriendo desde hace tiempo", señala una veraneante que, tras presenciar los vertidos de hace unos días, ha decidido no volver a pisar esta playa. El arenal de Las Cámaras tiene una importante zona de sombra, por lo que es un lugar en el que pasan las jornadas de playa gente mayor y familias con niños, además de grupos de discapacitados. Los usuarios han mostrado en numerosas ocasiones sus quejas a los socorristas. "La última vez nos dijeron que hablarían con sus superiores y que, incluso, se habían planteado la posibilidad de poner la bandera roja en esta zona para evitar que, mientras haya vertidos, la gente se bañe", señalan los usuarios.

"He visto todo tipo de porquería por aquí", asegura María José Álvarez, ovetense con segunda vivienda en esta localidad. Una pala tapa con arena por las mañanas la zona de la ducha por donde en ocasiones salen las aguas fecales. "Esa no es la solución", dice. Asegura que, junto a otros usuarios habituales, alerta de la situación a niños y mayores que desconocen el problema. "En ocasiones el olor es tan fuerte que hasta te mareas. El agua sale completamente negra. Es una playa preciosa y es una pena que ocurran estas cosas", dice.

El edil de Obras de Llanes, Juan Carlos Armas (PP), asegura que está siguiendo el problema con lupa. "Debajo de las duchas hay una alcantarilla de pluviales de donde debería salir, única y exclusivamente, agua de lluvia", dice. Sospecha que el problema puede venir por la situación del pozo de tormenta de Celoriu, el cual es posible que se comunique por algún punto con ese desagüe, utilizándolo como aliviadero cuando se llena. "El Principado nos ha dicho que tiene un proyecto para solucionar este problema. Que se vierta a la playa agua que no sea de lluvia no se puede permitir", subrayó el concejal.