En una jornada veraniega en la que el sol y el fuerte calor que apretó de lo lindo en varios momentos del día fueron los absolutos protagonistas, las localidades cabraliegas de Bulnes y Puertas celebraron con fervor la fiesta en honor a la Virgen de las Nieves.

La celebración comenzó primero en Bulnes. El funicular fue un hervidero de gente que desde primera hora se montaba en el único medio de transporte que da acceso a este pueblo de Cabrales para tomar parte en la fiesta que se celebra a los pies del picu Urriellu. Fueron muchos, también, los que desafiaron a las altas temperaturas y subieron a Bulnes a pie. La misa, oficiada por el párroco de Cabrales, Pedro Fernández, comenzó a las 11.30 horas bajo la arboleda ubicada junto a la iglesia parroquial de San Martín. A la misma acudieron romeros llegados de diferentes partes del concejo.

El grupo de gaitas "Principado", integrado por los hermanos Trespalacios, Manolín Vela, Juan Oliver y Carmen Barrante, se encargó un año más de poner la música. Al son de sus notas cantaron y bailaron los romeros durante una interminable jornada festiva que se dio por finalizada entrada la tarde y que incluyó una comida campestre.

La procesión con el ramu y la imagen de la Virgen recorrió el centro de la localidad. Rufino Mier se encargó de subastar los roscos de pan que colgaban del ramu.

En Puertas la celebración comenzó pasada la una de la tarde, una vez que el sacerdote de Cabrales bajó de Bulnes. Una treintena de aldeanas participaron en la procesión arropando a la imagen de la Virgen. Antes tuvo lugar un animado pasacalles.

Tras la eucaristía se subastó el ramu y hubo sesión vermú con gaiteros y la actuación de Regi Lombraña.

Por la noche se celebró una verbena que contó con las actuaciones del "Trío Picos de Europa" y del "Grupo Trapecio".