Jacinto Pelayo Benito nació en Helguera de Reocín (Cantabria) en 1945. Mañana recibirá en Panes el prestigioso galardón "Pico Peñamellera" que entrega la asociación bolística del mismo nombre. Pelayo ha destacado en labores de dirección dentro del bolo palma, donde presidió la peña bolística Santa María del Sel, y, con la inestimable ayuda de su cuñado, Manuel Rotella, puso en marcha la legendaria peña bolística Construcciones Rotella.

Ha organizado numerosas competiciones, destacando el protagonismo que tuvo en la creación de la Semana Bolística. Su empeño fue decisivo para poner en marcha y consolidar las categorías femeninas y de veteranos dentro del bolo palma. Ha ocupado cargos importantes en la Asamblea de la Federación Cántabra de Bolos y en la de la Federación Nacional, además de ser director de la modalidad de bolo palma.

- ¿Qué supone para usted recibir este premio?

-Cuando se crearon los premios, en 1994, yo tenía varios cargos de responsabilidad en el mundo de los bolos a nivel federativo y de peñas. A sugerencia de Isidro Caballero, formé parte del jurado que los fallaba. He colaborado con ellos durante más de una década para consolidarlos. Desde entonces, he sentido ese premio como si fuera mío. Ha sido una sorpresa recibir el premio y una enorme satisfacción.

- ¿Cómo valora el trabajo que hace la asociación bolística "Pico Peñamellera"?

-Su labor es sobresaliente y difícil, pues reciben muy pocas ayudas. Es un mérito que los premios hayan llegado hasta nuestros días. Lo que hacen es muy importante para los bolos, pues es un deporte que carecía de unos galardones que reconociesen la labor que hace la gente dentro de este mundo.

- ¿Cómo empezó en el mundo de los bolos?

-En 1967 y 1968 hice la mili en Cádiz y representé a Andalucía en el Campeonato de España por parejas que se celebró en Santillana del Mar en 1968. Mi carrera como jugador ha sido mediocre. Jugué unos años en segunda categoría. En mi pueblo se creó una peña y por unanimidad me nombraron presidente en 1974. Luego estuve con Construcciones Rotella y he tenido cargos de responsabilidad en la Federación Española y en la Cántabra.

- ¿Qué significa para usted este deporte?

-Nací en 1945 y de niño tenía muy pocas alternativas que no fueran ir a la bolera por las tardes a jugar cuando nos permitían los mayores. La armábamos con la idea de que luego nos dejaran entrenar un rato. Mi familia me ha dado muchas facilidades. Mi mujer es de Mallorca, pero se aficionó tanto a los bolos que ahora es más fanática que yo. He estado metido de lleno en los bolos y les he dedicado todo mi tiempo hasta 2014. Mi hija se casó con el gran campeón, Jesús Salmón, por lo que ahora tengo un motivo más para seguir este deporte. Tengo claro que me moriré estando ligado a los bolos.

- Entre sus logros está la creación de la categoría femenina.

-Mis hijas, Eva y Mónica Pelayo Mayans, fueron también dos de las grandes impulsoras de la categoría femenina. Estoy muy orgulloso de ellas. Luché mucho por el bolo palma femenino junto a otros directivos, como José Ángel Hoyos. Apostamos por esta categoría en una época en la que el deporte femenino no estaba muy bien visto. Con Construcciones Rotella creamos también la sección de veteranos.

- ¿Están consolidado el bolo palma femenino?

-En Cantabria, sí. En la actualidad hay como nueve o diez equipos jugando la liga y unas 70 licencias. En las escuelas hay categorías alevines y benjamines, y se está promocionando mucho. Pienso que en un futuro próximo los bolos femeninos están asegurados. Si algún día esta modalidad falla no será por falta de jugadoras, sino por falta de directivos que apuesten por ella.

- ¿Cuál es el mejor recuerdo de su carrera bolística?

-Los amigos que he dejado, aunque me imagino que dejé también algún enemigo tras 40 años de actividad, y el apoyo y la colaboración que me ha proporcionado mi familia, sobre todo los de mi mujer y mis hijas.

- ¿Qué cualidades debe tener un buen directivo?

-Un directivo no debe ser egoísta. Yo tenía una peña muy buena, pero nunca hice una normativa para favorecer mis intereses. Los grandes jugadores ganan con una normativa o con otra. Me gustó siempre cambiar y hacer cosas con el reglamento. En una peña es importante el que manda, pero también, como en los barcos, es importante la tripulación para llegar a puerto. He sabido juntarme con muy buenos directivos que han llevado a cabo una labor muy destacada en el mundo de los bolos.