Las esperadas excavaciones en el castro piloñés de Antrialgo, que pueden dar algunas claves sobre la cultura castreña en el oriente asturiano, comenzarán esta misma semana. Así lo confirmaron fuentes del equipo investigador que encabeza el experto Juan Ramón Muñiz. Las primeras pesquisas están encaminadas a la delimitación del yacimiento para su inclusión en la carta arqueológica del Principado, con el fin de que goce de reconocimiento y protección. También para que en el futuro pueda optar a ayudas autonómicas al estar incluido en el Inventario de Patrimonio.

Los trabajos de campo, que se prolongarán durante al menos tres semanas, incluirán prospecciones para recabar información sobre la estructura y cronología del yacimiento, según explicó el investigador José Antonio Longo Marina.

El Ayuntamiento de Piloña aprobó a finales de mayo una modificación de crédito de 5.000 euros para estudiar el castro. Desde el punto de vista científico, el yacimiento presenta un elevado interés para conocer la cultura castreña.

El yacimiento de Antrialgo fue localizado en una elevación a unos doscientos cincuenta metros de altura cerca del río Piloña y del de La Goleta, que funciona como afluente menor, en una zona conocida como La Cantera o El Castrillón. Ya en el diccionario histórico-geográfico conocido como de Pascual Madoz, editado en el siglo XIX, en la entrada referida a Villamayor aparecen referencias a la existencia de restos antiguos, según datos aportados por la Fundación Belenos, pionera en subrayar la trascendencia de este yacimiento. La colaboración de la parroquia rural de Villamayor, la junta vecinal de Antrialgo y la Asociación Cultural Llerón también fueron fundamentales.