Decenas de personas celebraron ayer en la localidad colunguesa de La Isla el día grande de sus fiestas de La Velilla. Los trajes típicos de asturiano y asturiana dieron color a la mañana y la música de la gaita de Miguel Alonso y el tambor de Arturo González "Turi" llevaron la música y la animación a las calles del pueblo.

Los niños, ataviados con los trajes típicos, se mostraron encantados ayudando a trasladar el ramo hasta la iglesia antes de la misa solemne, cantada magistralmente por el coro "San Roque" de Lastres. De hecho, la iglesia de la localidad se quedó pequeña para albergar a todos los feligreses que asistieron en un día tan señalado, y muchos siguieron la función religiosa desde el exterior del templo, pero con la misma devoción.

Una vez finalizada la misa, Pedro Alfaro, portando la cruz acompañado de los niños Lola Álvarez y Joaquín Fernández, fueron los encargados de abrir una extensa comitiva en la que decenas de devotos acompañaron a la imagen de la Virgen en una concurrida procesión.

Tras los actos solemnes, llegó el turno de los momentos más festivos. La subasta del ramo y de todos los productos y obras de arte donadas por gentes de la zona fue lo más aclamado. Una de esas obras fue una fotografía de Nacho Toyos, quien donaba una obra a las fiestas "por primera vez". Buena culpa del buen ambiente la tuvo Pablo Moro, quien dirigió la subasta con gracia y alegría.