Poo, en Llanes, aunó ayer tradición y devoción a partes iguales para festejar con enorme entusiasmo el día grande de Nuestra Señora. La iglesia parroquial se llenó durante la misa y fueron decenas las personas que siguieron la procesión por las inmediaciones del templo. En el día más importante del año para los vecinos de este pueblo, el sol y una ligera brisa acompañaron al centenar de aldeanas y porruanos que dieron lustre a la fiesta.

A sus seis años, la pequeña Miriam Gudín Vega lucía por primera vez el traje de aldeana. Su abuela Marisa Fernández Álvarez la animó a hacerlo y la llevó a Llanes bien temprano para que la vistieran. La pequeña se mostraba encantada de lucir la vestimenta típica del concejo y no paraba de fotografiarse con sus padres y abuela, pandereta en mano. "Me encanta el traje en general. Es muy bonito", dijo instantes antes de comenzar la procesión que encabezaban Santi Galguera a la gaita y Monchu Cue al tambor.

Tres ramos perfectamente decorados con hortensias se armaron en Poo en honor a Nuestra Señora. Del más pequeño de todos colgaban rosquillas y fue llevado a hombros por Pelayo Corominas, Alberto Marcos Remis, Efrén Núñez y Javier Martínez. Borja Llaca, Manuel Martínez, José Luis Fernández y Pablo Martínez se hicieron cargo del ramu mediano, y Javier Martínez, José María Ferrer Durán, Diego Ruiz y Diego Marcos llevaron el grande. Las aldeanas formaron en dos filas. Durante la procesión caminaban ordenadamente de espaldas para no dar la espalda la imagen de Nuestra Señora. Todas ellas tocaban la pandereta al son que marcaba con el tambor Margarita Martínez. A su vera, la pequeña de tres años Martina de la Cruz Cuétara tocaba alegremente la pandereta a su vera.

Acabada la misa y cantado el ramu, tomó las riendas de la celebración José Ramón Rodríguez González, encargado desde hace más de dos décadas de subastar el ramu grande en reñida puja. Los panes de los ramos pequeño y mediano se repartieron entre los niños. "Todos los años hay piquilla por hacerse con el rosco más grande", dijo antes de empezar la subasta.

El momento del festival folclórico fue uno de los más esperados de la mañana. Al frente del grupo de baile local están María Rodríguez y Tere Quintana. La primera de ellas lleva veintitrés años como responsable de los bailes. Medio centenar de aldeanas y porruanos de todas las edades, los cuales llevan ensayaron con entusiasmo desde comienzos de mes, fueron los protagonistas del aplaudido espectáculo. "Es el día más importante del año para nosotros. Los más pequeños, que bailan por primera vez, están algo nerviosos, pero seguro que lo hacen muy bien", señaló Rodríguez antes del festival. Los bailes que se interpretaron fueron el xiringüelín, la jota de Cadavedo, la jota del Cuera, la carrasquina, el quirosanu, el xiringüelu de Naves y el pericote.

Entrada la tarde hubo un nuevo pase de bailes seguido de danza prima y verbena.