El cantante australiano Oskar Proy cerró su periplo en el Principado de Asturias con una última actuación, el sábado, ante cerca de un centenar de personas de la tercera edad del hogar-residencia Beceña-González, en la ciudad de Cangas de Onís, donde interpretó su habitual y personal repertorio -"Asturias Patria Querida", "El Chalaneru", "Santa Bárbara Bendita"...- en un ambiente francamente emotivo. Entre los asistentes, además del alcalde José Manuel González Castro, se encontraba Enriqueta Fernández Rojo, de 89 años, quien durante casi cuatro décadas residió en Melbourne (Australia), ciudad a donde había emigrado en su juventud desde su pueblo de Demues (Onís) en busca en aquella época de un futuro más halagüeño.

La octogenaria onisense conversó con Oskar y su padre, Edgard Proy, horas antes de que pusieran rumbo de regreso hacia tierras australianas después de su estancia en Asturias, tras hacer realidad un sueño en la tierra de sus ancestros, invitados por el Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS) y el Ayuntamiento de Cangas de Onís, dado que sus orígenes familiares por vía materna están localizados en Llanu Margolles.