El sueño de María Abad Martínez es el de conseguir la guardia y custodia de su nieta de dos años. La mujer, camionera en paro que reside en Cangas de Onís desde hace varios años, lleva desde diciembre de 2016 pleiteando para conseguir su objetivo y denuncia "humillaciones y malos tratos" por parte de los Servicios Sociales. Según su versión, sólo le dejan visitar una hora al día a la niña y nunca sacarla de paseo, algo que considera "injusto".
En la Consejería de Servicios y Derechos Sociales descartan pronunciarse sobre el caso al haber un menor por el medio. No obstante, recalcan que la transparencia en su relación con la ciudadanía es máxima, que todos los vecinos tienen derecho a presentar las reclamaciones que consideren oportunas y que serán debidamente atendidas.
María Abad relata que la menor, su nieta, fue apartada de sus padres, que sufrían problemas con las drogas, al poco de nacer. Desde entonces la abuela paterna asegura que siempre se ha preocupado por el bienestar de la niña y no imagina lugar mejor para criarlo que la casa en la que reside en Villanueva.
"Alegan que no tengo apego a la niña cuando la visito todos los días. Es verdad que cuando murió mi padre padecí ansiedad, pero ya estoy bien. Crié a mis tres hijos sin ayuda de nadie y ahora me dicen que no soy apta y me inventan una vida que yo no tengo", se queja la abuela canguesa.
Abad solicita "más empatía" por parte de los Servicios Sociales de la región y denuncia su "desamparo".
"No hacen más que ponerme trabas para que no la vea, pero seguiré luchando por tener la custodia porque mi familia es lo primero", asevera. En el último pleito por la custodia de la menor el hijo de Abad -padre de la criatura con algunos delitos a sus espaldas- habría declarado en su contra, algo que la camionera achaca "a las malas influencias". "Él y la madre de la niña ya no están juntos, se está rehabilitando y ve las cosas desde otra perspectiva", aclara la mujer.
