Estirón de la campaña de arranque de ocle en las costas de Llanes que podría terminar veinte días antes de los previsto. En las últimas fechas, debido a las buenas condiciones de la mar, se ha dado un salto muy importante en la campaña que se inició el pasado 2 de julio. Hasta el 13 de agosto se había arrancado casi la mitad del cupo permitido, cifrado en 1,3 millones de kilos en mojado. La dirección general de pesca autorizó en 2017 la vuelta de esta práctica que estuvo prohibida durante treinta años, entre Cabomar, en Nueva (Llanes) y Tinamayor, en Bustio (Ribadedeva). De los ocho barcos con licencia para tomar parte en esta costera tres barcos tienen base en el puerto de Llanes, otros tres de Bustio y dos en Ribadesella. El grueso de las descargas de gelidium tiene lugar de lunes a viernes en el puerto de la villa de Posada Herrera.

"Si las condiciones de la mar son buenas a finales de la semana que viene es muy posible que completamos el cupo", aseguró en la jornada de ayer Antonio Oves, uno de los compradores que trabaja con cuatro barcos que descargan ocle en Llanes. El año pasado, según las cifras oficiales, no se llegó a completar el cupo, pesándose un total de 1.267.360 kilos de algas en mojado. Este año la campaña estaba autorizada hasta el 30 de septiembre.

Los miembros de la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes, compradores de gelidium y buzos, destacan la calidad de las algas que este año se están arrancado en el litoral llanisco. Una calidad, según dicen, superior a la del año pasado. Aseguran que la regeneración de los caladeros que diferentes colectivos pusieron en tela de juicio el año pasado, es un hecho.

Frente a las costas del concejo de Llanes, según los expertos en la materia, están algunos de los campos de ocle más importantes del mundo.